Agresión Tarragona

Agreden al dueño de un bar del barrio de Campclar en Tarragona "porque les había atendido mal"

Todo comenzó cuando uno de los clientes aprovechó que el propietario estaba de espaldas para coger sin permiso una palmera de la vitrina. El propietario se dio cuenta y tras negarse a pagar le clavaron un objeto punzante.

  • El propietario tuvo que ser trasladado al hospital Joan XXIII de Tarragona, pero se encuentra fuera de peligro
  • La Guardia Urbana encontró en el maletero del vehículo de los agresores una catana y un bate de beisbol, entre otros

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El dueño de un bar, situado en el barrio de Campclar en Tarragona, fue agredido en la tarde de este lunes por dos clientes. Todo empezó cuando uno de los clientes aprovechó que el propietario estaba de espaldas poniendo dos cafés para coger sin permiso una palmera de la vitrina. El dueño se da cuenta y comienza el enfrentamiento verbal.

Las cámaras de seguridad graban la agresión

Acto seguido los clientes se niegan a pagar la bebida antes de consumirla, a pesar de que ya estaba servida. El propietario les pide que paguen y se vuelven a negar. Tras ello, comienzan a golpearle.

A través de las cámaras de seguridad observaron que estos clavaron un objeto punzante al propietario, el cual tuvo que ser trasladado al hospital Joan XXIII de Tarragona por una contusión en el costado izquierdo. Afortunadamente, en la actualidad, el hombre ya está fuera de peligro y ya ha salido del hospital.

Según recoge el 'Diari de Tarragona', los dos individuos agredieron al propietario porque presuntamente "les había atendido mal".

Huyen en coche y pierden el móvil

Tras la agresión, los sospechosos huyeron en coche, pero perdieron el móvil y la documentación. Una clienta del bar recogió las pertenencias de estos y, mientras los agentes lo revisaban, los dos sujetos volvieron a por ello. Fue en ese momento cuando el propietario reconoció el vehículo y la Guardia Urbana los registró. En el maletero del vehículo encontraron un patinete eléctrico, una catana y un bate de beisbol.

Cuando fueron interceptados por la Guardia Urbana, los sospechosos desobedecieron de forma reiterada las indicaciones de los agentes, por lo les acabaron denunciando por desobediencia.

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