Córdoba
80.000 cordobeses llevan sin agua potable desde hace un año: "La situación es desesperante"
Los afectados tienen que recurrir a camiones cisterna para poder beber y cocinar.
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Cerca de 80.000 cordobeses llevan sin acceso a agua potable desde hace un año. Estas 80.000 personas se corresponden con los vecinos de siete pueblos de la Sierra Norte de Córdoba, que se han visto obligados a rellenar garrafas mediante camiones cisterna para poder realizar actividades básicas como hidratarse o cocinar. Pese a que de los grifos de los hogares sale agua, esta no es apta para el consumo humano.
Los habitantes afirman que la situación es insostenible. Uno de los vecinos explica que ya han perdido la confianza: "La gente no confía porque las tuberías están sucias de un año, los depósitos municipales de cada ayuntamiento también han estado recibiendo agua sucia. La situación es desesperante".
Los vecinos se movilizan
La situación está lejos de solucionarse y los vecinos de las comarcas de los Pedroches y Pozoblanco, muchos de los que se encuentran en situación de vulnerabilidad, se sienten abandonados. Las últimas lluvias les han permitido albergar algo de confianza, ya que sí está previsto que llegue de agua potable, pero no se acaban de fiar, por esto muchos de los afectados han decidido movilizarse.
Este miércoles tendrán lugar movilizaciones en siete municipios de la zona con el fin de reclamar una mejora y renovación de las infraestructuras, entre las que figuran plantas potabilizadoras y depuradoras.
No es la primera vez
No se trata de la primera vez que los vecinos de aldeas cordobesas se enfrentan a estas condiciones. Los 56 vecinos que residen en las aldeas de Priego de Córdoba, Las Higueras y La Poleo vivieron una situación similar durante cerca de 10 años, después de que varios análisis determinaran que el agua del único pozo que había no era apta para el consumo humano.
La solución pasó por la construcción de un nuevo pozo tras encontrar un manantial cercano a Las Higueras y La Poleo, de esta forma se acabó el tener que rellenar garrafas o comprar agua embotellada. "Antes eran muchos problemas con las garrafas y teníamos que ir hasta La Poleo. Para la gente mayor muy mal. Hemos estado más de 10 años sin agua potable y ya tenemos nuestra agua, estamos muy contentos", afirmaban algunos vecinos.
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