La abeja reina en su colmena (30-06-2014)

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SOBRE LA APITERAPIA

El veneno de abeja se posiciona como la alternativa natural al botox

La esteticista británica Deborah Mitchell, creadora de los productos de la marca Heaven, es una de las personas que más han apostado por el tratamiento con este veneno. El hotel ABaC, en Barcelona, uno de los pocos centros en los que se puede seguir un tratamiento facial con ellas.

Las cremas a base de veneno de abeja se han convertido en una alternativa natural al botox, y los centros de belleza más exclusivos ya las ofrecen como tratamiento con el reclamo de que muchas celebridades las utilizan para eliminar arrugas y dar mayor sensibilidad y suavidad a su piel. 

Deborah Mitchell, creadora de los productos de la marca Heaven, Mitchell ha explicado en el veneno de abejas empuja las arrugas hacia fuera dando un aspecto y una sensación de suavidad y flexibilidad totalmente opuesto al aspecto de cara sin expresión y congelada que se asocia con el botox, y que con sus cremas, a las que denomina 'beetox' (bee es abeja en inglés) se recupera el esplendor y se rejuvenece el aspecto de la cara.

Una piel con muchas imperfecciones y acné, y su afición por las plantas y la herboristería hicieron - ha relatado- que a los 17 años se planteara crear cremas naturales para mejorar su aspecto y poco después pensó que podía aplicar las propiedades del veneno de abeja en cosmética.

El veneno de abeja contiene apitoxina, una sustancia que emplean como medio de defensa que tiene compuestos químicos que son neurotóxicos, analgésicos, vasodilatadores y hemolíticos.

Las abejas existen desde hace unos 50 millones de años, y la apiterapia, como se llama al uso terapéutico del veneno de abeja, y otros productos derivados como la miel, el polen, o la jalea real es tan antigua como la apicultura, y su práctica ya aparece reflejado en textos chinos de hace 2.000 años.

La acción analgésica y antiinflamatoria del veneno de abeja se conoce desde hace muchos años, y desde hace tiempo también se utiliza como terapia alternativa para tratar el reumatismo, y más recientemente como coadyuvante en la esclerosis múltiple.

El veneno de abeja, según Deborah Mitchell, tiene un efecto parecido al bótox ya que el veneno incrementa el flujo sanguíneo y produce colágeno, y además hidrata y deja la piel suave y brillante y con un aspecto más joven.

La duquesa de Cornualles, que ha declarado públicamente utilizar las cremas de esta esteticista británica, es una de las clientas estrella de los productos "beetox" de Heaven, y fue ella misma, según ha contado en el Spa del ABaC, quien se las recomendó a su nuera, Kate Middleton, antes de casarse y convertirse en duquesa de Cambridge.

Deborah Mitchell defiende que todas sus cremas, tanto las de mujer como las de hombre, están elaboradas con productos naturales y orgánicos que incluyen lo que denomina "el mágico veneno de abejas" y que su eficacia radica en la concentración de sus preparados, y en cómo se aplican sobre la piel, ya que juega con el producto y con la temperatura de las manos.

También ha remarcado que el proceso de recolección del veneno es inocuo y que las abejas ni sufren ni mueren, sino que se les aplica una ligera corriente eléctrica que las alborota y las incita a depositar el veneno en un panel de cristal.

El proceso de recolección se lleva a cabo en granjas de abejas situadas en Kenia y según esta esteticista, en cada bote de crema de tratamiento está el equivalente al veneno de 2000 de estos insectos, para que tenga los efectos que se buscan.

Muchas celebridades del cine y la canción se han convertido también en asiduas a los tratamientos de Heaven porque están viendo -comenta Débora Mitchell, que el botox no armoniza con su lenguaje corporal, puntualizando que Gwyneth Paltrow, Claudia Schiffer y Kylie Minogue, son otras de sus clientas famosas.

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