Tres niños con atrofia muscular espinal han podido caminar por primera vez gracias a la ayuda de un exoesqueleto pionero. Se trata de un dispositivo innovador que simula las características de los músculos. Su sistema imita el funcionamiento de los tejidos naturales. Aunque aún es necesaria la ayuda de un fisioterapeuta para su colocación y utilización, supone un gran avance para los médicos y los pacientes.
Los beneficios no son sólo físicos, sino que psicológicamente los pacientes también consiguen una mejora, al sentirse más independientes.
La atrofia muscular espinal (AME) es una enfermedad que provoca que los músculos vayan perdiendo fuerza e impide a quién lo sufre mantenerse erguido. Suele diagnosticarse en bebés de siete a 18 meses que nunca llegan a andar, ni siquiera cuando son más mayores.
La fundación Mutua Madrileña ha financiado este estudio que cuenta con doctores del hospital universitario Ramón y Cajal y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Elena García ha sido la creadora de este exoesqueleto.