Cáncer de mama

Una píldora que previene el cáncer de mama ya está disponible en Reino Unido

Anastrozol, una píldora que cuesta menos de cinco céntimos al día, se recetará en Reino Unido a mujeres con riesgo de sufrir cáncer de mama tras la menopausia.

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Un fármaco que puede disminuir a la mitad la probabilidad de padecer cáncer de mama ya está disponible para casi 300.000 mujeres que tienen un riesgo elevado de sufrir esta enfermedad.

Las autoridades sanitarias de Inglaterra han anunciado que, a partir de este martes, 289.000 mujeres que han entrado en la menopausia y que tienen antecedentes familiares significativos de cáncer de mama, el tipo más frecuente en el país, podrán acceder al fármaco anastrozol, que tiene un potencial "notable" para evitar que se desarrolle el tumor, según ha afirmado el director del servicio británico de Salud.

El fármaco anastrozol es una opción para las mujeres que tienen un riesgo moderado o alto de cáncer de mama debido a factores genéticos o ambientales.

Las cifras del cáncer de mama en Reino Unido

Cada año, se detecta cáncer de mama en unas 56.000 mujeres en el Reino Unido, aproximadamente 150 por día. A pesar de que las probabilidades de sobrevivir han aumentado, todavía mueren unas 11.500 personas por esta causa cada año. Hasta ahora, el anastrozol solo se usaba como tratamiento para el cáncer de mama, pero no como medida preventiva.

Los expertos y los activistas han celebrado este avance como un gran paso en la lucha contra el cáncer de mama, que es el más frecuente entre las mujeres en el Reino Unido, con 47.000 nuevos casos cada año. "Es una gran noticia que esta alternativa esencial para disminuir el riesgo pueda beneficiar ahora a miles de mujeres y sus familias que podrían evitar el sufrimiento de un diagnóstico de cáncer de mama", dijo Amanda Pritchard, directora ejecutiva del NHSC Inglaterra.

El tratamiento con anastrozol

El fármaco se administrará en forma de pastilla de 1 mg una vez al día durante cinco años y una píldora que cuesta menos de cinco céntimos al día.

Sin embargo, no todas las que opten por tomar el fármaco lo harán durante todo el periodo de cinco años debido a los efectos secundarios que implica, como sofocos, debilidad, dolor o rigidez en las articulaciones y artritis. También pueden producirse erupciones en la piel, náuseas, dolores de cabeza, huesos débiles y depresión.

El número de casos que se evitarían depende de cuántas mujeres decidan usarlo. Pero incluso si solo una cuarta parte de las 289.000 mujeres recién elegibles decidieran tomar la pastilla, se podría impedir que 2.000 de ellas fueran diagnosticadas con la enfermedad, según NHS England, se ahorrarían al sistema público de salud unos 15 millones de euros en costes de tratamiento.

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