Las mujeres se ven más afectadas que los hombres en los trastornos alimentarios.

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ESTUDIO DE LA SOCIEDAD DE PATOLOGÍA DUAL

El perfil de adulto con trastorno alimentario es el de una mujer de 26 años universitaria

Un elevado nivel de insatisfación personal, esa es la alteración mental que explica los trastornos en la conducta alimentaria del adulto (anorexia, bulimia nerviosa y atracón) según la Sociedad Española de Patología Dual. Además, establece que los adultos con trastorno alimentario consumen una media de tres sustancias adictivas: cafeína, alcohol y tabaco.

Mujer, de unos 26 años y con estudios universitarios, es el perfil más común de los pacientes con trastorno de la conducta alimentaria del adulto (anorexia, bulimia nerviosa y atracón), un trastorno mental cada vez más frecuente. 

Su origen se explica a partir de una alteración mental cuya expresión psicológica es un elevado nivel de insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados índices de autoexigencia o ideas distorsionadas sobre el peso o la comida, ha señalado la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) en un comunicado. El 17% de los pacientes tiene, además, patología dual (una adicción y otro trastorno mental). 

Así, los adultos con trastorno alimentario consumen una media de tres sustancias que pueden ser adictivas; cafeína, alcohol y tabaco son las más frecuentes. Los expertos han observado un mayor número de pacientes con patología dual entre los casos de bulimia, es decir, aquellos que presentan patrones compulsivos como el vómito, ejercicio excesivo y uso de laxantes.

El riesgo de consumo perjudicial de alcohol y otras sustancias se multiplica por cinco en estos pacientes, que abusan de cocaína, anfetaminas y cannabis. Sólo un 2,3% de los adultos con trastorno alimentario no realiza ningún consumo de sustancias, porcentaje que sube al 11,4 % si no se tiene en cuenta el tabaco o la cafeína.

Esta sociedad científica ha puesto de relieve que más de la mitad de los pacientes presentan una marcada impulsividad, que aumenta el riesgo de consumo de sustancias, tentativas de suicidio, autolesiones o conductas purgativas. Asimismo, más del 50% presenta síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

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