Jaxson es el primer bebé operado de espina bífida cuando todavía se encontraba en el útero de su madre. A las 20 semanas de gestación, los médicos del King´s College Hospital, en Londres, detectaron que la columna vertebral y la médula espinal del bebé no se estaba desarrollando correctamente. La columna del pequeño tenía unos huecos que hacían que el cordón quedase expuesto al líquido amniótico, dañando los nervios de la médula.

La malformación podría haberle provocado parálisis, problemas para controlar la vejiga y los intestinos, pérdida de sensibilidad en las piernas e incapacidad para andar.

Una de las primeras opciones ofrecidas para la madre, Sherrie Sharp, fue la suspensión de su embarazo. Ante la negativa, decidieron practicarle una cirugía en la que el feto no tendría que ser extraído del útero. Se denomina 'ojo de cerradura' y consiste en introducir tres tubos de plástico, a través de incisivos muy pequeños, que entran en el útero sin necesidad de abrir el abdomen. Los tubos se colocan dentro, ubicando también una cámara al interior para poder operar.

El bebé fue operado a las 27 semanas de embarazo. Aunque la intervención no supone una cura definitiva, los médicos afirman que podría marcar la diferencia de si el niño aprende a caminar o no.

Es la primera cirugía de este tipo que se realiza en el Reino Unido. Seis semanas después de la intervención, Jaxson nació y sus padres no se arrepienten de la decisión que tomaron. "Tiene movimientos en las piernas. Nos dijeron que tendría movimientos mínimos si no le hacíamos la cirugía y que no podría moverse en absoluto", afirma la madre del bebé en la BBC.