Sergio Canavero, médico italiano

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SEGÚN INFORMA LA REVISTA 'NEW SCIENTIST'

Un neurocientífico cree que el trasplante de cabeza será posible en 2017

Un neurocientífico italiano cree que será posible que, en 2017, se realice el primer trasplante de cabeza en humanos. Estas intervenciones se han llevado a cabo en animales desde 1970, y han sido parcialmente exitosas ya que el cambio sí ha funcionado pero no la conexión de la médula espinal.

El doctor italiano Sergio Canavero ha asegurado que la primera operación de trasplante de cabeza será posible en 2017. Según informa la revista 'New Scientist', Canavero desarrolló hace unos meses un método para el trasplante de cabeza en seres humanos y a partir de 2017 cree podría volverse una realidad.

En opinión de Canavero, el paciente podría hablar y girar la cabeza desde el principio y volver a caminar al cabo de un año.

La técnica consistiría en enfriar la cabeza y el resto del cuerpo del donante a una temperatura de entre 12 y 15 grados y proceder, mientras el paciente está en coma inducido, a separar la cabeza del cuerpo del donante pero sin dañar la médula espinal.

Tras separar la cabeza con un corte limpio, se uniría con la espina dorsal del cuerpo 'receptor' utilizando polietilenglicol, lo que permitiría que los huesos se fundieran de las misma forma que "dos espaguetis en una cazuela de agua caliente".

Sergio Canavero, neurocientífico y director del Grupo de Neuromodulación Avanzado de Turín, explica que "hay mucha gente que sufre enfermedades ahora incurables, pero muchos podrían utilizarlo como una forma de esquivar la muerte por medio de un cuerpo más joven. El problema será regular un procedimiento que tiene el poder de dividir a la sociedad".

No obstante, además de los problemas técnicos, empiezan a surgir los éticos, y el encontrar un país que le permita realizar una operación de este calibre. "El verdadero obstáculo es la ética. Va a haber muchas personas que estén en desacuerdo con hacer esta cirugía", explica Canavero a 'New Scientist'.

Este tipo de intervenciones se han llevado a cabo en animales desde 1970 y aunque el cambio en sí ha funcionado, no ha tenido éxito la conexión de la médula espinal, lo que ha provocado parálisis totales por debajo del punto de trasplante.

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