Intervención transplante de pulmón.

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XI SIMPOSIO INTERNACIONAL DE INNOVACIÓN CARDIOVASCULAR

Menos del 10% de los candidatos a un trasplante de corazón logra el órgano

La insuficiencia cardiaca sólo puede corregirse con un transplante de corazón. La escasez de donantes hace que tan sólo un 10% de los candidatos consiga el órgano. El XI Simposio Internacional sobre Tratamiento con Células Madrid e Innovación Cardiovascular establece la necesidad de encontrar una solución para evitar el desarrollo de insufciencias cardiacas secundarias. Además sostiene que los tratamientos farmacológicos no aportarán ningún avance en los próximos 10 años.

El único tratamiento eficaz para la insuficiencia cardiaca es el trasplante de corazón pero la escasez de donantes hace que actualmente sólo un 10% de los candidatos, o incluso menos, consiguen ese órgano que necesitan, lo que obliga a los cardiólogos a buscar otras soluciones para prevenir un segundo infarto.

"Cuando está establecida tiene peor pronóstico que el cáncer más maligno", ha reconocido el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Francisco Fernández-Avilés, que  coordina la 11 edición del Simposio Internacional sobre Tratamiento con Células Madrid e Innovación Cardiovascular.

Según reconoce este experto, actualmente existe una necesidad imperiosa de encontrar una solución para evitar o prevenir el desarrollo de insuficiencia cardiaca secundaria a la destrucción del corazón por un infarto. Los tratamientos farmacológicos y otras terapias convencionales ayudan mucho pero "han llegado a su techo de eficacia" y no aportarán ningún avance significativo en los próximos 10 años. "De ahí la imperativa necesidad de innovar en este campo con soluciones alternativas al trasplante", según Fernández-Avilés.

En este sentido, reconoce que la medicina regenerativa cardiovascular nació de la hipótesis de que la utilización de células madre puede sustituir el tejido cardiaco por otro nuevo, evitando el desarrollo de insuficiencia cardiaca o provocando que la situación revierta hacia la normalidad. Su evolución en los últimos años ha demostrado que ha destruido definitivamente el dogma clásico que negaba la capacidad regenerativa y hoy se sabe que el corazón posee células madre capaces de activarse y proliferar, aunque con una intensidad inferior a la que puede observarse en otros tejidos, como la sangre o la piel.

Además en la experimentación animal se ha observado que las células con alta plasticidad, como las células embrionarias, tienen la capacidad de colonizar y regenerar totalmente el tejido cardiaco infartado en modelos de enfermedad similares al humano, como el porcino. También se ha visto que células con menor plasticidad cómo las células madre adultas de diferentes procedencias (médula ósea, grasa, músculo esquelético o músculo cardiaco) tienen capacidad de regeneración cardiaca y, a través de diversos mecanismos, son beneficiosas para la evolución de los modelos animales de infarto de miocardio más similares a la clínica humana.

 

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