Inseminación artificial

Los médicos advierten de los peligros de comprar semen por internet: kits de inseminación sin control sanitario

Los ginecólogos alertan sobre las posibles infecciones y transmisión de enfermedades congénitas por el semen comprado a desconocidos por Internet. En España la compraventa de esperma está prohibida por ley y siempre el donante tiene que ser anónimo.

Un bote de muestra

Un bote de muestraFreepik

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Cada vez son más frecuentes los anuncios colgados en internet de hombres que ofrecen su esperma a determinado precio con el reclamo de rubio, alto y con ojos azules y sin ningún problema de salud. Aprovechan el deseo de mujeres que quieren convertirse en madres de manera rápida. Su perfil, madres solteras por elección o parejas de mujeres. En esos anuncios y sitios web incluso promocionan equipos de inseminación artificial casera.

Los profesionales sanitarios se muestran cada vez más preocupados por la creciente compraventa online de semen. Es una práctica en alza en que las mujeres pretenden conseguir completar un procedimiento de inseminación artificial en su propia casa. Pero esta técnica tiene sus riesgos ya que el coste de conseguir un embarazo de esta manera puede ser muy alto y peligroso.

Esos kits de inseminación carecen de control sanitario. Los expertos en fertilidad advierten de la poca rastreabilidad de la muestra de semen, el desconocimiento de cifras oficiales en cuanto al donante y su salud sexual, el riesgo de contraer Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y, sobre todo, el peligro que implica para la salud de la madre y el posible bebé.

Los centros de fertilidad garantizan las muestras

En los centros de fertilidad, además de realizar un estudio médico del donante para descartar potenciales enfermedades hereditarias familiares, se hace un estudio de su cariotipo para detectar alteraciones cromosómicas que podrían producir un aborto. Y garantías como estudios de enfermedades de transmisión sexual para evitar un potencial riesgo de infección de la mujer a la que se realizará la inseminación, así como un estudio genético en el que se descarta que el donante sea portador de un grupo de enfermedades genéticas que tienen una incidencia importante en nuestro país.

Además, la elección del donante en clínica se hace de manera personalizada para el caso de cada mujer y siempre controlando la compatibilidad entre donante y paciente, teniendo en cuenta la etnia, el color de ojos y de pelo, la altura y la complexión, además de la compatibilidad con respecto al grupo sanguíneo y Rh.

Riesgos de la inseminación casera

La falta de la autenticidad o la antigüedad real de las pruebas que muchos donantes aportan como garantía de un supuesto buen estado de salud o calidad de su semen también está en entredicho porque no tienen la garantía de un centro sanitario.

Según la Sociedad Española de Fertilidad, ha crecido el número de personas que se arriesgan a conseguir una muestra de semen de manera ilegal para posteriormente inseminarse ellas mismas o con ayuda de alguien cercano.

Unas condiciones higiénico-sanitarias que nada tienen que ver con una inseminación llevada a cabo en unas instalaciones médicas esterilizadas y que minimizan los riesgos de infección y posibles complicaciones. Además esa inseminación casera tiene muy bajas tasas de gestación, lo que lleva en ocasiones a la frustración y abandono por parte de la mujer de cualquier tipo de tratamiento, impidiendo, por tanto, el embarazo buscado.

En España no está permitido elegir a un donante y ese siempre tiene que ser anónimo por ley, tan solo se pueden comentar características generales del donante para salvaguardar su identidad. Sin olvidar que también se lleva a cabo un filtro psicológico que avala que esa persona es apta para donar y que no tiene antecedentes en lo que a salud mental se refiere.

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