Avances científicos

Medicamentos hechos en 3D, en forma de gominola y con sabores para niños con enfermedades crónicas

Vall d'Hebron es el primer hospital de Europa en hacer un ensayo clínico utilizando ésta tecnología para fármacos infantiles. Tienen forma de gominola y los pequeños pueden elegir el sabor.

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Suele suceder que para muchos niños con enfermedades crónicas se les hace un mundo tomar constantemente medicamentos y a veces, nos cuentan, genera rechazo a los pequeños.

Ahora el servicio de Farmacia del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona impulsa un ensayo clínico para elaborar fármacos infantiles con una impresora 3D. Cada paciente puede elegir el sabor y el color y eso, según los expertos, hace que sea más fácil que se siga la pauta médica sin saltarse las tomas.

"Esta nueva tecnología puede modificar las características organolépticas y hacerlas mucho más atractivas podemos dejar elegir el sabor y el color que más le guste a nuestro paciente para que lo tome mejor", cuenta a Antena3 Noticias María José Cabañas, jefa de la sección de farmacia del centro hospitalario.

Una fórmula personalizada para cada niño

Cabañas explica, además, que la fórmula es completamente personalizada para cada niño y se elabora de forma muy rápida. En el ordenador, conectado a la impresora se introduce la dosis exacta y en dos minutos la máquina puede elaborar 15 unidades.

"La tecnología 3D nos permite sobre todo individualizar, por ejemplo un paciente necesita una dosis de X miligramos, le prepararemos estos comprimidos con X miligramos. Es exacto y esto aporta seguridad. Evitamos que los papás tengan que manipular las fórmulas líquidas, que tengan que cargar ellos los volúmenes y pueda dar error, de esta manera nos aseguramos que el niño va a recibir la dosis correcta", señala .

La experta explica que lo habitual es preparar fórmulas magistrales líquidas. En este caso, la textura es similar a una gominola y masticable. Los investigadores del hospital también esperan que aporte otros beneficios, como la facilidad en el transporte porque estos medicamentos no necesitan conservarse en nevera.

"Lo que favorecemos es que el niño por ejemplo que tenga que ir al colegio y que se tenga que llevar la medicación se pueda llevar sus comprimidos y se los pueda tomar de manera autónoma y que no necesite ningún adulto que le acompañe a la hora de tomar la medicación", indica.

Por el momento, este ensayo se va a realizar con 30 pacientes pediátricos con patologías crónicas de entre 6 y 18 años. Se trata del primer hospital en toda Europa en llevar a cabo una iniciativa así.

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