Mapa Cerebral
Los mapas más detallados hasta ahora de un cerebro fetal revelan el origen del autismo, la esquizofrenia y el cáncer
Los artículos presentados por investigadores de la BICAN revelan nuevas características de los tipos de células que influyen durante el desarrollo temprano del cerebro.

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La Red del Atlas Celular de la Iniciativa BRAIN (BICAN) ha publicado en las revistas del grupo Nature una docena de artículos sobre los borradores de los mapas más detallados hasta el momento de cómo se forma un cerebro en sus primeras etapas y en los períodos críticos en humanos, otras especies de primates y ratones.
En los seres humanos, la fase más temprana del desarrollo cerebral es considerablemente larga, así que comprender qué sucede en esta fase crítica en la que pueden surgir problemas es esencial para el tratamiento de posibles trastornos cerebrales.
Cómo surgen los trastornos
Observar cuándo y dónde se activan los genes críticos durante el desarrollo del órgano puede ayudar a descubrir cómo las alteraciones pueden derivar en trastornos como el autismo o la esquizofrenia.
Los investigadores de BICAN han usado herramientas genéticas y computacionales avanzadas para rastrear cómo las células madre se convierten en neuronas y células gliales. Estas últimas tienen un papel esencial en el mantenimiento y protección de las neuronas.
Es "un conocimiento fundamental que abre la puerta a mejores diagnósticos y tratamientos específicos", explica Hongkui Zeng, del Instituto Allen, en EE.UU. y uno de los autores de varios de los estudios compartidos.
Además, han estudiado cómo se regula la actividad genética durante el proceso de desarrollo y cómo las experiencias sensoriales y los factores ambientales influyen también en la identidad de las células cerebrales.
Hallazgos destacados
Los artículos revelan nuevas características de los tipos de células presentes en el desarrollo temprano del cerebro. Estos contienen además descubrimientos como que los tipos de células surgen en oleadas, no en etapas fijas, y que algunos procesos de desarrollo pueden reactivarse en la edad adulta o tras la llegada de una enfermedad.
Además, se identifica una célula progenitora humana que podría estar relacionada con el glioblastoma, un tipo de cáncer, y con periodos de tiempo específicos en los que se concentran los riesgos genéticos de trastornos psiquiátricos.
Algunas siguen desarrollándose mucho tiempo después de su nacimiento, por lo que podría haber un margen más amplio de lo que se pensaba para intervenir y ayudar al cerebro a reconfigurarse, especialmente en el caso de los niños con problemas de desarrollo.
Una investigación en ratones sobre los tipos de células en la corteza visual indica que estas no terminan de desarrollarse antes del nacimiento, sino que siguen formándose hasta bien entrada la juventud del animal, especialmente en momentos clave como cuando abre los ojos por primera vez.
Otro de los hallazgos destacados es que estas células recorren largas distancias desde el lugar donde nacen hasta el lugar donde terminan, a veces cruzando regiones cerebrales enteras.
Este hallazgo sugiere que las experiencias posteriores al nacimiento pueden influir en el desarrollo del cerebro mucho más de lo que se pensaba y que los trastornos del desarrollo podrían seguir siendo tratables después del nacimiento durante estos periodos críticos, según informa el Instituto Allen.
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