Lavar los alimentos, no romper la cadena de frío y mantener los utensilios limpios son algunas de las recomendaciones para evitar intoxicaciones alimentarias.
Según explica la experta en Tecnología de los Alimentos Beatriz Robles, algunas pautas básicas que seguir para evitar la listeria son "mantener la cadena de frío", "tener limpias y desinfectadas las superficies y utensilios" y "desinfectar bien las frutas y las verduras si se van a consumir crudas". Las verduras se tienen que lavar "abundantemente" en agua y "meter en una fuente con una cucharadita de lejía por cada tres litros de agua", donde se tendrán cinco minutos, y, posteriormente, "aclararlas".
En lo que respecta a la carne y el pescado, se tendrán que cocinar a una temperatura adecuada, es decir, "alcanzando los 70 grados en el centro del producto" y "toda la carne que sobre" se tendrá que meter "rápidamente en la nevera". Además, "no se pueden dejar los alimentos cocinados más de una hora en verano y dos en invierno a temperatura ambiente".
Asimismo, en lo que respecta al proceso de descongelar los alimentos, se tendrá que realizar "siempre en el frigorífico y nunca a temperatura ambiente".
Es recomendable que las embarazadas sigan "al pie de la letra" las indicaciones de su médico sobre los alimentos que no pueden comer.
En el caso de la carne mechada contaminada, en la que la contaminación se produjo después del cocinado, Robles señala que ha podido haber "una contaminación posterior", ya que, sostiene que "en el horno hay una temperatura suficiente como para que se destruya la listeria, que es una bacteria sensible al calor", por lo que "o no se alcanzaron las temperaturas correctas o bien se contaminó posteriormente en el envasado o a través de los materiales de la fábrica".
Para evitar que un caso así vuelva a ocurrir, la solución, explica, es cumplir con la legislación "a raja tabla" y tener un "sistema de autocontrol basado en los peligros" para poder tener controlado el proceso. Por su parte, las administraciones "son las encargadas de realizar los controles y sancionar".
Asimismo, concluye, "la gestión de la alerta alimentaria tiene que ser más eficaz, más transparente y que no haya contradicción entre las administraciones".