el mosquito 'Aedes aegypti', transmisor del virus del Zika

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ESTUDIO PUBLICADO EN 'SCIENCE'

Los expertos estiman que el brote de zika en Latinoamérica acabará en dos o tres años

Un grupo de investigadores asegura que las infecciones provocadas por el mosquito del virus zika se extenderán tanto en los países afectados que las poblaciones acabarán desarrollando la llamada "inmunidad de grupo".

El brote de zika que se ha desencadenado en América Latina verá su fin en los próximos dos o tres años debido a que la gente desarrolla inmunidad tras una primera infección, según ha asegurado este jueves un grupo de científicos británicos que ha realizado una investigación al respecto.

Los investigadores, cuyo trabajo se ha publicado en la revista 'Science', han asegurado que las infecciones provocadas por el mosquito del virus zika se extenderán tanto en los países afectados que las poblaciones acabarán desarrollando la llamada "inmunidad de grupo".

Este tipo de efecto tiene lugar cuando un alto porcentaje de una población se convierte en inmune de forma natural o a través de vacunas, haciendo que el surgimiento de un nuevo brote sea poco probable. Esto prevendría la transmisión del virus zika por lo menos una década, con brotes muy pequeños e intermitentes, según han informado los investigadores.

"Como el virus no puede infectar a la misma persona dos veces, debido a los anticuerpos, la epidemia llega a un punto en el que hay muy poca gente para que su transmisión se prolongue", ha asegurado uno de los investigadores del estudio, Neil Ferguson.

Actualmente no existe ningún tratamiento específico para el zika y se ha demostrado que el virus provoca microcefalia, un defecto de nacimiento que provoca que el recién nacido tenga la cabeza mucho más pequeña de lo normal, lo que conlleva diversos problemas de desarrollo para los neonatos.

Actualmente hay 1.600 casos en el mundo de microcefalia producida por el zika. Ferguson ha apuntado que quizás ya es demasiado tarde para controlar la población de mosquitos para intentar evitar la transmisión masiva y que los intentos de disminuirla podrían prolongar el brote, que eventualmente acabará de forma natural.

"Ralentizar la transmisión entre la gente significa que se tardará más en alcanzar el nivel de inmunidad de grupo necesario para que pare. Además, podría provocar que las epidemias se sucedan en espacios de tiempo más cortos", ha asegurado Ferguson. El estudio se hizo a través de comparar la transmisión del virus con otros similares, como el dengue, que también se han extendido a lo largo de Latinoamérica.

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