Antibióticos

Descubren cómo los virus aprenden a burlar a bacterias resistentes y abren la puerta a nuevos tratamientos

Un avance clave para frenar infecciones que ya causan 35.000 muertes anuales en España.

Bacterias multirresistentes

Bacterias multirresistentes Freepik

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Un equipo del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas ha identificado cómo ciertos virus que infectan exclusivamente a bacterias, los conocidos fagos, son capaces de modificar sus proteínas y compartir fragmentos de su genoma para atravesar y atacar a algunas bacterias peligrosas.

Cómo se adaptan los virus

La investigación, liderada por Celia Ferriol-González y la profesora Pilar Domingo-Calap, se ha centrado en entender el mecanismo que permite a los fagos evolucionar para infectar bacterias del género Klebsiella. Estas bacterias, frecuentes en entornos hospitalarios, son responsables de infecciones graves y figuran en la lista de patógenos prioritarios de la OMS por su alta resistencia a los antibióticos.

La Klebsiella está protegida por una cápsula externa que actúa como escudo frente a fármacos y virus. Según estudios previos del mismo grupo de investigación, la mayoría de los fagos sólo son capaces de atacar uno o muy pocos tipos de cápsulas, lo que limita su eficacia. Sin embargo, el nuevo trabajo revela que algunos fagos pueden desarrollar estructuras más flexibles que les permiten reconocer y atravesar varios tipos de cápsula.

Estrategias evolutivas para ampliar su capacidad de ataque

Los fagos utilizan proteínas de unión al receptor para reconocer la superficie bacteriana. En los fagos "especialistas", estas proteínas son rígidas y están diseñadas para un único tipo de cápsula. Pero en los fagos "generalistas", estas proteínas resultan mucho más flexibles, permitiéndoles infectar múltiples variantes de la bacteria Klebsiella.

Además, el estudio demuestra que los fagos pueden intercambiar partes de su material genético, incluidas proteínas clave, un proceso que acelera su evolución y amplía su rango de ataque. "Seguir la evolución de varios fagos a la vez en una comunidad con tantas bacterias y tipos de cápsula fue uno de los grandes retos del estudio", explica Ferriol-González.

El hallazgo supone un avance relevante para el futuro de la fagoterapia, una alternativa a los antibióticos que está ganando terreno. Según Domingo-Calap, comprender cómo se adaptan estos virus permitirá diseñar tratamientos personalizados y más precisos para cada tipo de infección. También abre la puerta a emplear evolución dirigida para mejorar proteínas virales y hacerlas más eficaces.

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