Super centenaria
Los científicos explican el secreto de la super centenaria María Branyas: "No queremos romper Guinness de supervivencia en malas condiciones"
María Branyas no solo fue la mujer más longeva durante varios meses, sino que llegó a los 117 años con una salud envidiable y objeto de estudio científico.

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A María Branyas Morera le "tocó la lotería genética". Aquel 4 de marzo de 1907 nadie hubiera apostado a que ese bebé nacido en San Francisco sobreviviría las dos guerras mundiales, sería testigo de la llegada del hombre a la luna, de la caída del muro de Berlín y de la pandemia que agitó el siglo XXI.
Durante 17 meses fue la persona con mayor edad del mundo. Poco antes de morir, sabiendo que la suya no era una genética común, pidió que la estudiaran y esa petición permitió al doctor Manel Esteller, catedrático de genética de la Universidad de Barcelona, ponerse manos a la obra. Pero María no solo es un caso de estudio por longevidad sino por calidad de vida. Ella misma llegó a dudar si "Dios se había olvidado de ella".
"Los científicos no queremos romper récords Guinness de supervivencia en malas condiciones. No queremos que alguien viva 125 años si está fatal los últimos 25. Queremos que la gente viva más, en mejores condiciones de salud". De ahí que poder conocer los pormenores de la genética de María Branyas resulte apasionante.
Una génetica extraordinaria
Lo primero que esta investigación puso de manifiesto es que la genética de la super centenaria no es una genética cualquiera. "Una parte de la extrema longevidad de María tiene que ver con lo que heredó de sus padres, con su genética. En esta genética estamos hablando ya de alteraciones en su material genético, en el ADN. Hay tres factores: uno variaciones que te dan una ventaja para metabolizar las grasas, los azúcares y eso previene la enfermedad cardiovascular y la diabetes; una segunda es que tiene ausencia de factores de riesgo de estas enfermedades; y una tercera es que tiene variantes genéticas que en otras especies como en perros, gusanos, moscas... se han asociado a más tiempo de vida, por tanto, eso implica que hay un programa evolutivo que tiene que ver con un envejecimiento saludable", indica el doctor Esteller. Y es que algunas de esas variantes genéticas no se han descrito en ninguna otra persona de Europa, "algunas de ellas son, verdaderamente ultra raras".
Claro que si María Branyas tenía una super genética y esto no es lo habitual, podríamos pensar erróneamente que, el resto de mortales, no tenemos nada que hacer incluso cuidándonos. "La genética nos da seguramente un 50% de esperanza de vida, el otro 50% depende mucho de lo que hacemos en nuestro día a día. Por lo tanto, siempre hay un margen de esperanza y no hemos de caer en el llamado determinismo genético, lo que hacemos importa", corrige el doctor.
Y además de la genética...
Repasamos el árbol genealógico de María y, efectivamente, algo de genética tenía que haber porque hay muchos familiares que llega a los 90 años, de hecho María tiene dos hijas que ya ambas han rebasado esa barrera, "pero no a los 100, ni a los 110 y eso nos indica que más allá de la genética hay otros factores que le han dado esos 15/20 años de más para ser una super centenaria".
En la actualidad una persona que nace en España tiene una esperanza de vida de 82.2 años, sin embargo cuando María nació esta cifra no superaba los 46 años. Se fijaron pues los investigadores en la edad biológica de María. "Hay una edad biológica que no tiene por qué coincidir con la cronológica. La cronológica está marcada por el pasaporte, la biológica por cómo se sienten tus células, qué nivel de actividad tienen. En el caso de María tenía un decalaje de 23 años de promedio. Esto es importante porque con un decalaje importante tienes 10-15 años más de supervivencia de los esperado", apunta el doctor. Y en este envejecimiento tiene mucho que ver la inflamación y, con ello, la siguiente peculiaridad que los investigadores encontraron en nuestra protagonista.
"A parte de nuestras células, dentro nuestro viven otros microorganismos como bacterias. Por ejemplo, las bacterias que viven en el sistema digestivo son muy importantes para el sistema inmune. Parte de estas defensas tienen que ver con lo que comemos y en el caso de María, una persona que tiene una ingesta elevada de yogurt natural, enriquecieron las mismas. Estas bacterias lo que hacen es crear un microbioma antiinflamatorio, previenen la inflamación y esto sería bueno para evitar el envejecimiento prematuro".
Parece imposible reunir todos estos ingredientes en una misma persona y es que lo cierto, dice el doctor, es que "muchas de las personas super centenarias son muy sencillas en el sentido que no han buscado ningún comportamiento especial para vivir más tiempo. En su caso a parte de los genes, los hábitos, tiene que ver con la ausencia de hábitos tóxicos, ausencia de tabaco y alcohol, ejercicio físico moderado, una alimentación mediterránea con aceite de oliva, pescado, los yogures y un núcleo personal muy fuerte y de apoyo. Ese conjunto fue lo que le dio a ella esa ventaja con su espíritu positivo que mostró casi hasta el final".
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