Desescalada
14 claves para afrontar con ánimo (y cabeza) el fin del estado de alarma
9 de mayo, ¿punto de llegada o de salida?, ¿vamos o venimos?, ¿estamos preparados? España entera está esperando este día, no sé si con ilusión, pero desde luego con muchas expectativas. Estas son las claves para afrontar con ánimo, y también con cabeza, el fin del estado de alarma.
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Este domingo 9 de mayo finaliza el estado de alarma por la pandemia de coronavirus y comienza lo que podríamos llamar la desescalada emocional: es el momento de ir pensando en hacer realidad esos pequeños sueños que antes eran una rutina y que ahora tanto hemos aprendido a valorar.
A los 14 meses, los bebés empiezan a independizarse, se levantan solos e incluso pueden beber y llevarse la cuchara a la boca… Haciendo un símil, queridos lectores, estamos a punto de volver a disfrutar de nuestra independencia después de 14 meses de controles, limitaciones, restricciones e incertidumbres. ¿Seremos capaces? o ¿saldremos desbocados a disfrutar de la tan ansiada libertad de movimiento con más ganas que preocupación?
Repasemos cómo nos ha afectado este periodo de confinamiento en el que nuestra psicología se ha puesto tantas veces a prueba y miremos al futuro con ganas y aprovechando los aprendizajes adquiridos.
7 consecuencias que nos recuerdan de dónde venimos
1.- Tocados psicológicamente. Una de las consecuencias de la pandemia de coronavirus es que ha afectado de alguna manera a la salud mental de las personas. Desde trastornos psicológicos a emociones negativas como ansiedad, miedo, inseguridad, incertidumbre…y mucho estrés.
Todo ello motivado por el temor a contagiarnos o contagiar a alguien querido, por unas medidas que han desajustado nuestra vida cotidiana y las rutinas a nivel familiar y económico/laboral, por el exceso de información y su falta de rigor en ocasiones, o por la pérdida de contacto social, además de la incertidumbre general.
2.- El consumo del alcohol y del juego online subió en el confinamiento y no ha vuelto a los niveles de antes de la pandemia por Covid-19. Es normal, ya que en los momentos en que las personas se sienten desbordadas (por razones económicas o familiares) hay tendencia a desarrollar conductas problemáticas o adicciones.
3.- Aumento de la ansiedad familiar en las relaciones con niños y adolescentes, pues han sufrido un cambio en sus rutinas y una limitación estimular importante por el confinamiento. Esto ha generado también tensión en las relaciones familiares y muchas dudas en los padres a la hora de educar, poner límites o hasta dónde informar a sus hijos, creando tiranteces importantes en la pareja y entre padres e hijos.
4.- Más separaciones y divorcios. La obligatoriedad de vivir muchas horas con las mismas personas ya de por sí puede generar tensiones, pero hacerlo con personas con las que ya había mala relación ha hecho que, después de este periodo, muchas familias y parejas se separen.
5.- Aumento de la violencia intrafamiliar (violencia de género) y abusos infantiles. El hogar no ha sido el lugar más seguro para las víctimas de malos tratos o niños abusados. No hay cifras oficiales, pero se ha constatado el incremento en ambos hechos.
6.- Incremento de la hipocondría y los miedos a enfermar. A veces la presencia de ciertas sensaciones fisiológicas como cansancio, dolor de garganta o cabeza pueden generar mucha ansiedad al interpretarse como señal de estar padeciendo la enfermedad y, aunque se recurra a buscar información para tranquilizarnos, esta estrategia de control, lejos de ayudar, puede generar malestar, miedo y duda por el exceso de información al alcance de un click.
7.- Aunque no está claro si los suicidios han aumentado en España, lo que sí lo ha hecho son los factores de riesgo, las tentativas de suicidio (actualmente en España el suicidio es la primera causa de muerte no natural, con 10 suicidios/día). La pandemia, como vemos, ha traído niveles de ansiedad y depresión muy altos, aparte de por precariedad laboral, por la propia soledad en el confinamiento.
7 razones que nos señalan a dónde vamos
1.- Sin miedo a readaptarse. En algunos casos esta crisis sanitaria, económica y social ha movido a las personas a tomar decisiones para adaptarse a la nueva situación, tanto a nivel económico (nuevos proyectos empresariales, nuevas líneas de negocio online, búsqueda de nuevos otros nichos de mercado) como familiar (en algunos casos valorando las necesidades que se tienen en el hogar, adaptándolo a lo que nos gusta, haciendo reformas o, aquellos que han podido, comprando otra vivienda). Sigamos siempre adaptándonos a lo que la vida nos depare.
2.-. Volver a sentir. Las separaciones y divorcios también traen nuevas oportunidades. Tomar la decisión de romper con la rutina te crea la expectativa de volver a sentir, de volver a amar y de volver a vivir. La ilusión de una nueva pareja es la ilusión por volver a reírte por tonterías, por sentirte escuchado, deseado y admirado, por redescubrir que la vida merece la pena… No renunciemos a encontrar esa pareja con la que compartir la vida, ya sea por nuestra cuenta o con ayuda.
3. La familia, lo primero. Cuantos meses sin ver a nuestros padres, confinados en otra provincia, o a nuestros hijos, trabajando o estudiando fuera…qué ganas de besos y más besos, de abrazos que estrujan el alma, de decir te quiero y por fin te tengo, qué ganas de estar con y entre los nuestros.
4. Quedar de verdad. Y qué decir de nuestros amigos, de esos “de verdad”, que han sufrido y con y por nosotros, con los que hemos tenido reuniones virtuales, aniversarios de plasma y cumpleaños de felicitaciones imposibles. Qué ganas de cañas y risas. Sabemos que el plan más simple es el mejor plan…mientras sea con ellos.
5.- Cumplir los sueños. Los grandes o los micros, los posibles o los probables, pero no dejemos de intentarlo. En estos meses los sueños nos han hecho seguir adelante, nos han dado la fuerza y la ilusión para apostar por el futuro. Ya sean sueños familiares, con esa boda inminente; laborales, con un nuevo lugar de residencia gracias al teletrabajo; de ocio, con ese pedazo de viaje que voy a realizar… Nos acercamos al momento en el que ¡por fin! podemos convertir nuestros sueños en realidades.
6.- Un viaje hacia nuestro interior. De repente nos pararon y muchos iniciamos un camino interior de evaluación y de autoconocimiento, del que hemos salido sabiendo lo que realmente nos importa en la vida y nos hace felices, con ganas de vivir de una manera más plena y consciente.
7.- La enseñanza más importante. Hemos aprendido, a la fuerza, lo que es la falta del abrazo, de la sonrisa cómplice, del tiempo compartido con la gente que queremos, de la futilidad de la vida… y eso ha sido la enseñanza más importante. Ahora tenemos de nuevo una oportunidad, no sé si de “nueva normalidad”, pero sí de la normalidad que cada uno tanto ha echado en falta.
Por ello, este 9 de mayo, día en el que finaliza el estado de alarma, será un punto de llegada de algo pasado para algunos y un punto de salida de algo nuevo para otros, quizás las dos cosas para todos. Convirtamos este punto de inflexión en el match point del partido de nuestra vida. Salgamos a disfrutar de la vida con cautela, pero con ilusión y esperanza.
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Alicia López Losantos, psicóloga y coach.
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