Guerra Rusia - Ucrania
Zelenski acusa a Rusia de "genocidio" por el secuestro de niños ucranianos: "Hay pruebas de cientos de miles"
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denuncia en la ONU que Rusia enseña a los niños ucranianos a odiar a su país. "Se rompen todos los lazos con sus familias. Y esto es claramente un genocidio", asegura Zelenski.
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Se estima que hay 700.000 niños ucranianos retenidos en territorio ruso. El director de Aldeas Infantiles, Lukashov Serhii, asegura que “el Kremlin les ha cambiado el nombre, les ha hecho nuevos pasaportes" y están retenidos en lo que ellos llaman “campos de reeducación”. "Un verdadero crimen de guerra”, señalan.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, lo recordaba en su discurso de este martes en la ONU: "Estamos intentando que los niños regresen a casa, pero el tiempo pasa. ¿Qué les pasara a ellos?. A esos niños se les enseña a odiar a Ucrania, mientras se rompen los lazos con sus familias", subrayó, y añadió: "Esto es claramente un genocidio".
Son niños que tienen padres, familias de clase media: “Muchos fueron secuestrados en los primeros días de la invasión, cuando intentaban huir por la frontera”. Otros son bebés nacidos durante los bombardeos. Algunos militares de alta graduación aprovecharon que sus padres habían sido detenidos para adoptarlos. También ha habido amenazas a familias vulnerables. Si no enviaban a sus hijos a los campamentos rusos, les privaban de la patria potestad.
Recibieron palizas y tuvieron que competir para comer
Aldeas Infantiles ha conseguido localizar a más de 9.500 niños. 386 han vuelto a su país. Seis de ellos han denunciado en el Tribunal Penal de La Haya sus meses de calvario y deportación forzosa. Recibieron palizas y tuvieron que competir para comer. Rusia utiliza esta campaña de propaganda para crearles una imagen de que Ucrania está en guerra y no hay esperanza para ellos. Para los adolescentes, según el director de Aldeas Infantiles, esta propaganda es más difícil que cale. Tienen sus propios recuerdos y quieren regresar. El problema es con los más pequeños: “Ellos no pueden resistir, están asustados y se limitan a obedecer”.
Veronika, de 14 años, vivía cerca de Járkov cuando estalló la guerra. Huyó de casa y acabó en Rusia encerrada en un campo de refugiados. En la escuela, los niños rusos “me acusaban de que sus padres habían sido movilizados y enviados a la guerra por mi culpa. Todo era culpa mía, porque yo soy ucraniana. También decían que yo era más tonta que los demás por ser ucraniana".
Ivan, de 17 años, vivía en un orfanato en Mariúpol. Cuando huía de los bombardeos, fue capturado por las fuerzas rusas .“Antes de la guerra yo era un niño con muchos sueños. Hacía planes para el futuro. Ahora tengo una especie de cicatriz que nunca desaparecerá, que siempre me acompañará. Porque una parte de mi infancia se fue con la guerra", dice Ivan.
El Tribunal de La Haya ha emitido este año una orden de detención contra Putin por la deportación de estos niños ucranianos. Rusia alega que es una evacuación para proteger a los menores.
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