Guerra Rusia Ucrania
Vídeo: La destrucción de Mariúpol tras los bombardeos de Rusia, a vista de dron
Así se ve desde el aire el rastro que deja el último ataque de Rusia en Mariúpol, al sureste de Ucrania. Las llamas provocadas por los proyectiles han destrozado varios edificios. Las imágenes las ha distribuido la policía ucraniana.
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Mariúpol, al sureste de Ucrania, ha sido una de las ciudades donde el ejército ruso ha atacado con más fuerza. Según las autoridades de Ucrania, desde que comenzó el asedio han muerto allí unas 2.500 personas. En las imágenes grabadas por un dron de este vídeo se ve cómo el humo y el fuego llenan la ciudad. Son numerosos los edificios atacados.
El bombardeo al hospital materno-infantilde la ciudad ha sido el más cruento. Provocó la muerte en el acto de tres personas, uno de ellos un niño. Hoy, las autoridades médicas de Mariúpol han informado que también ha muerto la mujer embarazada que fue evacuada en camilla tras el ataque y cuya imagen dio la vuelta al mundo.
Rusia insiste, contra toda evidencia, en que el hospital ya no estaba en funcionamiento, y que se había reconvertido en una base militar de extremistas ucranianos. Los testimonios de las supervivientes desmienten esa tesis. De allí salían mujeres embarazadas que fueron evacuadas a otro hospital cercano. Relatan que cuando estaban acostadas "los cristales, las ventanas y las paredes se rompieron".
Corredores humanitarios
Un convoy de al menos 160 automóviles ha salido de Mariúpol en el primer intento de organizar un corredor humanitario en esta ciudad sitiada. Según las autoridades ucranianas, el ayuntamiento dijo que el convoy ya había pasado por Berdyansk, una ciudad a unos 85 kilómetros de Mariupol
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Mariúpol se ha convertido en una ratonera. Muchos habitantes de esta ciudad, que antes de la guerra podían llegar a 400.000, han estado atrapados durante más de dos semanas sin calefacción, electricidad y apenas agua corriente. Mientras, aumentan los esfuerzos para entregar suministros a los civiles ucranianos que siguen en Mariúpol, después de que el ayuntamiento dijera el domingo que las últimas reservas de alimentos y agua se estaban agotando.
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