Pobreza extrema
Vender riñones o pagar deudas a traficantes de personas, la última opción para sobrevivir en Afganistán
La pobreza extrema obliga a algunas familias a dar órganos a cambio de dinero. Los precios oscilan entre los 2.000 y los 4.000 euros, dependiendo del grupo sanguíneo.
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El cirujano Nasir Ahmad, del Hospital de la ciudad de Herat, realizó 85 trasplantes de riñón en 2021, una cifra insólita por elevada. "El 99% de los donantes cedieron un riñón a cambio de dinero. Sólo un 1% fueron familiares que lo donaron para auxiliar a un pariente", explica.
Ghulam Harat, de 40 años, es un caso prototípico. Vendió un riñón a cambio de 2.000 euros. "No me veo capaz de pedir limosna. Con lo que me han dado por mi riñón, mis hijos pueden vivir durante un tiempo". Además, pagó la deuda a un traficante de personas que, al llegar los talibanes al poder, le llevó a Irán en busca de un futuro.
Su aventura terminó en fracaso: las autoridades iraníes le detuvieron y le devolvieron a Afganistán, pero la deuda, casi 200 euros, tuvo que pagarla igualmente.
Los médicos le han recomendado un año de reposo, sin hacer grandes esfuerzos, para recuperarse de la operación, pero asume que, cuando se le acabe el dinero, tendrá que aceptar cualquier empleo, aunque implique trabajo físico que pueda poner en peligro su salud.
Como dice el doctor Shekhaib, especialista en Medicina Interna: "La mayoría de los donantes de riñón tendrán problemas de salud serios en el futuro, en Afganistán no hay cultura de donación ni un sistema sanitario adecuado". Pero para muchos, vender un riñón se convierte en la única vía para sobrevivir. Los precios oscilan entre los 2.000 y los 4.000 euros, dependiendo del grupo sanguíneo.
Save the Children alerta sobre la situación en Afganistán
La organización no gubernamental Save the Children ha afirmado que "el nivel de sufrimiento humano en Afganistán ha eclipsado al de cualquier otra crisis humanitaria en el mundo", con cerca de trece millones de niños, lo que supone dos de cada tres, en necesidad de ayuda humanitaria.
"Las cifras son casi imposibles de comprender: se espera que casi todo el país se hunda en la pobreza, y más de la mitad de la población se enfrente a niveles críticos de hambre", ha alertado la directora interina de Save the Children en Afganistán, Fiona McSheehy, según un comunicado de la ONG.
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