México

Una veintena de miembros de la secta Lev Tahor logran escapar de un centro de detención en México

Los miembros retenidos en el centro eran, mayoritariamente, menores de edad que fueron trasladados allí tras una redada a la comunidad ultraortodoxa. Los dos miembros se encuentran detenidos por supuestos abusos sexuales, maltrato a menores y tráfico de personas.

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Un grupo de miembros de la secta fundamentalista judía Lev Tahor ha logrado escapar esta pasada madrugada de un centro de detención mexicano en Chiapas en el que permanecían desde el pasado viernes tras una redada al campamento de la comunidad ultraortodoxa, a varios kilómetros de la frontera con Guatemala.

Al parecer, varios hombres de la secta se desplazaron hasta el centro de detención para pedir a los guardias dar comida a los miembros allí retenidos, la mayoría menores de edad y sus madres. Las fuerzas de seguridad se negaron y, aprovechando la oscuridad y el tumulto de personas, varios miembros de Lev Tahor abrieron las puertas principales para que los niños y niñas escapasen.

En las imágenes se puede observar a los menores de edad con los trajes característicos de la secta huyendo e incluso empujando a los guardias concentrados en la puerta del centro. Tras ello, según la prensa local, los miembros caminaron durante kilómetros por la carretera y, poco más tarde, fueron subidos a camionetas con, al parecer, destino Guatemala, aunque no está confirmado: la Guardia Nacional de México no los persiguió, lo que podría haber roto por completo la larga investigación.

La redada de este viernes se produjo tras la denuncia de antiguos exmiembros de la comunidad, que acusaban a los líderes de tráfico de personas, delincuencia organizada, maltrato infantil y abusos sexuales y violaciones contra los menores de edad. Ante ello, las fuerzas mexicanas e israelíes acordaron una operación conjunta que, después de unos dos años, finalizó esta semana con la detención de los dos principales líderes de Lev Tahor, que fueron trasladados por orden judicial al centro penitenciario de Chiapas, donde continúan detenidos.

Hasta 500 miembros

En la actualidad, los datos exactos son desconocidos, pero se prevé que esta secta religiosa cuenta con centenares de miembros que pueden alcanzar los 500.

Las mujeres tienen que ir vestidas con túnicas de pies a cabeza, con solo su rostro al descubiertos, mientras que los hombres completamente de negro. Además, no pueden afeitarse nunca y están obligados a cubrir sus cabezas con sombreros.

No suelen comer comida procesada, solamente natural y elaborada en casa, y sus hábitos alimenticios son muy estrictos. No pueden comer, por ejemplo, pollo, arroz o cebolla al pensar que pueden estar manipulados por el ser humano o pueden contener insectos.

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