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Coronavirus

Varias localidades de Francia vuelven al confinamiento domiciliario para evitar la propagación de las nuevas variantes

Este fin de semana varias localidades de Francia vuelven al confinamiento domiciliario por el avance de la pandemia del coronavirus en el país. Por ello, no se permitirán los desplazamientos salvo actividades de primera necesidad.

En resumen

  • Ciudades como Niza y Dunkerque vivirán su primer confinamiento domiciliario durante el fin de semana

Varias localidades de Francia vuelven al confinamiento este fin de semana por los datos negativos de la pandemia del coronavirus en el país. No se permitirán los desplazamientos salvo actividades de primera necesidad.

Ciudades como Niza y Dunkerque vivirán este sábado y domingo su primer confinamiento domiciliario durante el fin de semana. El repunte de los datos del coronavirus ha hecho que el Ejecutivo empiece a aplicar nuevas restricciones locales, como el confinamiento desde las 18:00 horas del viernes hasta las 6:00 horas de la mañana del lunes.

Asimismo, la principal preocupación ahora mismo del Gobierno es el avance de las variantes del coronavirus, sobre todo de la británica. Actualmente, Francia registra un total de 3.746.699 contagios y 85.738 muertos por coronavirus.

Ante ello, el Gobierno está actuando con confinamientos parciales para tratar de evitar o retrasar el confinamiento general.

Aun así, esta estrategia está siendo criticada por la comunidad médica, ya que manifiestan que se está perdiendo tiempo y que es urgente adoptar medidas drásticas y no esperar a que los hospitales se desborden.

Las librerías, comercios de primera necesidad

Por su parte, el Gobierno francés ha aceptado incluir las librerías en la lista de comercios de primera necesidad, lo que en caso de un nuevo confinamiento les permitirá seguir abiertas.

Durante el segundo confinamiento, del 30 de octubre al 15 de diciembre, pudieron vender con el sistema de 'Click&Collect' (encargo a través de internet y recogida en tienda), pero no tenían autorización para recibir a los clientes en su interior.

Además, para evitar las quejas de agravio comparativo con los supermercados e hipermercados, el Ejecutivo obligó a estos últimos a retirar de la venta física todos los productos no considerados esenciales, lo que incluía a los libros.