Rafael Caro Quintero ha sido liberado por un error "de forma" durante un proceso que le ha abierto las puertas de la prisión. Había sido condenado a 40 años por el asesinato de un agente, pero solo ha permanecido 28 en la cárcel.
El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero obtuvo su libertad tras 28 años en prisión por un fallo judicial que rechazó varias causas en su contra, una de ellas por el asesinato del agente estadounidense Enrique Camarena en 1985.
Caro Q uintero, de 60 años y uno de los traficantes de drogas más importantes de México en los años ochenta, salió este viernes de un penal en el estado de Jalisco en cumplimiento de la orden emitida el 7 de agosto a su favor por un tribunal. Un juzgado con sede en Jalisco concedió el amparo al capo y ordenó sobreseer cuatro causas penales en su contra, dos de ellas por homicidio calificado, una por privación ilegal de la libertad y otra por narcotráfico, informó hoy el Consejo de la Judicatura Federal (CJF).
En el caso del secuestro y asesinato de Enrique Camarena y el piloto mexicano Alfredo Zavala en febrero de 1985, la causa fue desechada porque se llevó en la jurisdicción federal, cuando correspondía al fuero común. Fuentes judiciales explicaron que Camarena, de la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA), "no estaba acreditado como agente diplomático ni consular" y, por tanto, debió ser considerado en el proceso como un ciudadano común.
La otra causa por homicidio, relativa a la muerte de los ciudadanos estadounidenses Albert Radelat y John Clay Walker, también fue descartada con el argumento de que "se varió, en perjuicio del quejoso, el marco legal trazado en las conclusiones acusatorias".
Además, el tribunal absolvió al capo de una acusación por asociación delictiva, pero ratificó una condena por la siembra de marihuana y posesión del estupefaciente con la finalidad de tráfico en el rancho El Búfalo en 1984, en el norteño estado de Chihuahua.
Sin embargo, el Consejo de la Judicatura explicó en un comunicado que por ese delito se le impuso una pena de 15 años de prisión que ya fue pagada por Caro Quintero, así como una multa que ya prescribió.
El capo, oriundo del norteño estado de Sinaloa, llegó a acumular una fortuna de casi 500 millones de dólares y su influencia le permitió interactuar en las altas esferas de México.
