Un tribunal de Hong Kong ha prohibido a los manifestantes que permanezcan fuera de "zonas habilitadas" en el aeropuerto de la región administrativa especial china, informó la autoridad aeroportuaria en un comunicado de prensa publicado en su página web.
La orden judicial temporal servirá para prevenir que "la gente obstruya o interfiera de manera voluntaria e ilegal con el uso adecuado del Aeropuerto Internacional de Hong Kong", señala su texto.
Este requerimiento judicial provisional llega después de que el aeropuerto permaneciese prácticamente bloqueado durante el lunes y el martes por obra de manifestantes que protestaban por la supuesta brutalidad policial a la hora de dispersar las protestas públicas que desde hace diez semanas se suceden en la ciudad.
Asimismo, el texto legal impide que la gente "participe en cualquier manifestación, protesta o acto de orden público en el aeropuerto en otras zonas que no sean las designadas por la autoridad aeroportuaria".
Las autoridades anunciaron su intención de publicar el documento del requerimiento judicial tan pronto como obtengan las copias selladas del mismo.
Mientras tanto, la normalidad comenzaba a llegar al aeropuerto en la mañana del miércoles (hora GMT +8), donde el número de cancelaciones era de 51 en vuelos de salida y 61 de llegadas, según el diario hongkonés South China Morning Post. Este medio aseguró que el número de manifestantes a esa hora era de apenas medio centenar en la terminal, después de haber sido de miles en los dos días anteriores.
Hong Kong va camino de su undécimo fin de semana consecutivo de protestas, que comenzaron en junio con la oposición a una controvertida propuesta de ley de extradición pero que han evolucionado hacia una serie de demandas de mejora de los mecanismos democráticos de la ciudad.
Bajo la fórmula 'Un país, dos sistemas', Pekín se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y respetar una serie de libertades inimaginables en la China continental hasta 2047, tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997. Pero muchos manifestantes vieron en la polémica propuesta de ley de extradición -cuya tramitación fue declarada "muerta" por el Ejecutivo hongkonés a principios de julio- un intento de China de entrometerse en los asuntos de Hong Kong.