En Venecia y en general toda Italia se pregunta cómo puede seguir inúndandose la ciudad en el siglo XXI, por qué se permiten los daños al patrimonio universal, a la economía de la zona y a miles de turistas que contemplan la ciudad bajo más de un metro de agua.
Esta vez aquello del "piove, porco goberno" está más que nunca en boca de todos. Se quejan de los 6.000 millones de euros gastado en el 'Proyecto Moisés' un sofisticado sistema de compuertas que debía proteger a la ciudad del 'acqua alta'. Arrancó en 2.003 y concluyó hace casi un año pero no termina de implantarse. Se trata de diques móviles que no estarán completamente operativo hasta 2021.
El sistema MOSE, acrónimo de módulo experimental electromecánico, consiste en cuatro barreras que se elevarán para cerrar las tres salidas al mar Adriático de la laguna en la que se encuentra Venecia y preservarla así de las inundaciones. Los expertos en cambio climático lo tienen como una de sus prioridades.
Son 78 compuertas y cuatro barreras ubicadas en los accesos portuarios de Lido, Malamocco y Chioggia, pesan cada una 200 toneladas y miden 5 metros de altura y 20 metros grosor.Esta obra de ingeniería podrá proteger Venecia y su patrimonio único en el mundo de mareas de hasta tres metros de altura y de una elevación del nivel del mar de hasta sesenta centímetros.
El proyecto, valorado en 5.500 millones de euros, ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza para Italia: los años pasan y el sistema de protección sigue en fase experimental. Los técnicos que idearon este complejo entramado de canales y barreras decidieron bautizarlo como MOSE, un acrónimo que alude al profeta Moisés y a su don para separar las aguas del Mar Rojo.
El proyecto ha sufrido muchos retrasos debido a la implicación de varios miembros del consorcio que encargado de su implantación en escándalos de corrupción, por comisiones ilegales.
