Guerra en Ucrania
Ucrania denuncia ataques rusos con armas con fósforo blanco
Las armas con fósforo blanco son armas químicas que están prohibidas por la Convención de Ginebra.
Publicidad
En el cielo de la ciudad de Kiev se han visto restos de fósforo blanco. Esta sustancia también se ha visto en la ciudad de Kramatorsk, al este del país. Ucrania denuncia que el Ejército ruso está disparando munición con esta sustancia, algo que está prohibido por la Convención de Ginebra, al igual que las armas termobáricas, armas que desde Reino Unido aseguran que Rusia está utilizando en Ucrania.
Oleksi Biloshytsky, jefe de la policía de Popasna, ciudad al oeste de Lugansk, denunció la semana pasada que las fuerzas rusas utilizaron bombas de fósforo en su municipio, indicando que este tipo de bombas "era lo que los nazis llamaban una 'cebolla ardiente'". Supondría que Rusia ya emplea armas químicas en la guerra en Ucrania.
Rusia no ha mostrado todo su arsenal militar en la guerra de Ucrania, al uso de este tipo de bombas, se podrían sumar más armas biológicas y químicas que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, asegura que Vladímir Putin valora utilizar en la invasión del país del este de Europa.
¿Qué son las bombas de fósforo blanco?
Las bomba de fósforo blanco es una bomba compuesta de una aleación de tungsteno, con pequeñas partículas de níquel y cobalto que, al explotar, se desintegra y disemina un polvo que actúa como metralla. El fósforo blanco es una sustancia química tóxica que arde de manera espontánea en contacto con el oxígeno. A la hora de entrar en contacto en las personas puede producir la muerte o profundas quemaduras, alcanzando órganos internos.
En 1993 se aprobó en la Convención sobre las Armas Químicas un tratado para controlar este tipo de armas, está en vigor desde el año 1997. Un total de 193 naciones han ratificado el tratado, entre ellas, se encuentran Rusia y Estados Unidos. Israel firmó el tratado, aunque todavía no lo ha ratificado. El uso de bombas de fósforo blanco supone una violación de la Convención de Ginebra.
Publicidad