Reforma de las pensiones
Temor en Francia a una radicalización de las manifestaciones contra la reforma de las pensiones de Macron
La décima movilización nacional contra la reforma de las pensiones en Francia ha contado con menos manifestantes, según cifras oficiales y de sindicatos, pero ha dejado importantes destrozos y disturbios que hacen temer una radicalización de las protestas.
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Disturbios y cargas policiales en la décima movilización nacional contra la reforma de las pensiones en Francia. Como parte de este contexto, las autoridades han desplegado un dispositivo de seguridad sin precedentes ante los temores de radicalización de esas protestas. A pesar de que la cifra de manifestantes ha sido ligeramente inferior a la de convocatorias anteriores, la violencia ha vuelto a dejar su marca en la jornada.
Los sindicatos, por su parte, mantienen el pulso con una nueva convocatoria de manifestaciones para el próximo 6 de abril.
Un descenso de afluencia
La Confederación General del Trabajo (CGT) ha contabilizado que unos 450.000 manifestantes se han reunido durante esta décima huelga general para protestar contra la reforma de las pensiones anunciada por el Gobierno de Macron. Sin embargo, las autoridades han rebajado considerablemente la cifra hasta las 93.000 personas.
Las cifras de afluencia representan, de esta manera, un descenso con respecto a las de días anteriores. El jueves pasado, por ejemplo, fecha en la que tuvo lugar la anterior jornada de huelga general, los números eran notablemente superiores: los sindicatos contabilizaron 800.000 manifestantes y las autoridades, unos 119.000.
Temor a una radicalización
Esta décima jornada de huelga general se ha saldado con importantes disturbios, destrozos y duros enfrentamientos entre grupos radicales y las fuerzas del orden francesas. De hecho, los agentes han redoblado esfuerzos en tratar de controlar que dichos grupos se extiendan por todo París y siembren el caos en otros puntos de la ciudad. De momento, la Policía francesa ha detenido, al menos, a 55 personas en la capital parisina y ha realizado unos 10.000 controles más allá de la manifestación.
Unos 13.000 policías se han desplegado por la ciudad para tratar de frenar la escalada de violencia por parte de los manifestantes. Unos manifestantes cada vez más jóvenes y que expresan abiertamente su 'antimacronismo'. "Somos y seguiremos siendo la muralla ante la violencia ilegítima y peligrosa", ha destacado Olivier Véran, portavoz del Gobierno francés.
Nueva jornada de manifestaciones
Los sindicatos han convocado nuevas protestas para el próximo 6 de abril. Para tratar de impedir la que sería la undécima convocatoria, la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, ha invitado a la intersindical a participar en una reunión. A pesar de que, como recoge el diario 'Le Parisien', Laurent Berger -secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT)- ha expresado "que debemos ir allí para hacer que se escuchen nuestras propuestas", la nueva jornada de huelga general sigue en pie ante "la falta de respuesta del Ejecutivo".
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