Michele y Maisa Santiago un mes después del complicado parto

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OCURRE EN UNO DE CADA 30.000 NACIMIENTOS

Sobrevive una mujer tras dar a luz en parada cardiaca y ser reanimada después del parto

Madre e hija se encuentran bien, aunque hospitalizadas, un mes después de que la mujer brasileña diera a luz en un parto en el que estuvo "casi diez minutos sin dar señales de vida". En esos momentos, los médicos priorizaron la vida de su bebé y una vez asegurada su supervivencia, se centraron en la mujer.

Michele y Maisa Santiago, madre e hija, sobrevivieron a un parto muy complicado. El pasado 6 de enero, Michele tuvo un infarto a punto de dar a luz y, en un procedimiento de emergencia, el equipo médico atendió el parto del bebé mientras la madre parecía no tener signos vitales. "Michele estuvo casi diez minutos sin dar señales de vida", explica el obstetra Glaucius Nascimento, quien formó parte del equipo responsable del nacimiento.

La brasileña señala que comenzó a sentirse mal incluso en la sala de partos ya que tenía una presión arterial 16/10, según recoge 'Globo'. "Me empecé a sentir mal, sentí un 'quemor' sobre mí y que me faltaba la respiración. Grité que me faltaba el aliento y fue cuando vino agonía, me volví hacia el lado, vomité y no recuerdo nada más ", especifica la mujer que todavía se recupera en el hospital. Michele padecía preeclampsia severa, que es hipertensión durante el embarazo, lo que provocó que su corazón dejara de latir justo antes del parto.

"Grité que me faltaba el aliento y no recuerdo nada más"

El médico expone que en ese momento tenía que pensar muy rápido porque una cesárea podría ayudar a salvar la vida de la madre y la bebé. "El hospital se detuvo e hicimos la cesárea de emergencia", recuerda Nascimento. Cuando el bebé nació, estaba en situación de "muerte aparente", pero reaccionó con el suministro de oxígeno y a los cinco minutos ya se había recuperado: "Oí el llanto del bebé y el equipo se contagió de alegría".

La frecuencia cardiaca de la madre, aunque muy débil, se notó cuando el obstetra cerró su matriz. Por eso, se le realizó una cardioversión y el corazón volvió a su ritmo regular del corazón, aunque no siempre se tiene éxito con este procedimiento, motivo por el que el equipo médico y la abuela de Maisa pudieron celebrar que de momento los problemas habían acabado.

Después de pasar unos días en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital, la madre y la hija siguen bien ya en la planta del hospital. El caso es raro y ocurre aproximadamente en uno de cada 30.000 nacimientos.

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