Guerra en Ucrania

Situación insostenible en Mariúpol: La ONU avisa que las reservas de agua y comida están a punto de agotarse

Los ciudadanos de Mariúpol afrontan una situación "apocalíptica" en una ciudad sin suministro de agua ni luz, mientras se acaban las reservas de comida y agua.

Situación insostenible en Mariúpol

Situación insostenible en MariúpolEfe

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La ONU alerta este viernes que las reservas de agua y comida se están acabando en la ciudad portuaria de Mariúpol. La ciudad del sureste de Ucrania está sitiada por las tropas rusas desde hace dos semanas, no se ha permitido la entrada de ayuda humanitaria. El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas indica que "la única manera de asistir a Mariúpol es a través de convoyes humanitarios, que por ahora no han logrado entrar".

La ciudad estratégica de Mariúpol se ha convertido en el corazón de los horrores de la guerra. Las Fuerzas Armadas rusas llevan semanas sitiadas en la zona y bombardean edificios y barrios residenciales. El asedio de las tropas del Kremlin han dejado sin suministro de agua ni de luz a la población civil. Tampoco hay calefacción y hay escasez de alimentos y medicamentos. El asesor de la oficina del presidente, Oleksi Arestovich, ha informado que más de 2.500 personas han muerto en la ciudad portuaria desde el inicio de la guerra en Ucrania.

Desde las autoridades ucranianas llevan semanas denunciando el bloqueo ruso sobre la ciudad. Miles de ciudadanos no han podido salir de una ciudad que Cruz Roja ha calificado como "apocalíptica". El jefe adjunto de la presidencia ucraniana, Kirill Timoshenko, ha notificado la salida de 29.000 habitantes a través de corredores humanitarios. Las últimas noticias en la zona han sido devastadoras, un teatro que albergaba a más de 1.000 refugiados fue bombardeado, aunque desde el Gobierno afirman que no han habido muertos.

El caos reina en Mariúpol

Las tropas y ciudadanos ucranianos de Mariúpol resisten al avance ruso y a los intensos ataques sobre todo tipo de estructuras. Hospitales, centros educativos, edificios residenciales y teatros han sido bombardeados en las últimas dos semanas. La ciudad se encuentra entre los territorios del Donbás y Crimea, ocupa una posición estratégica privilegiada, algo que Vladímir Putin no ha dejado escapar.

La localidad encuentra pocos kilómetros de las fronteras terrestres y marítimas de Rusia. La toma de la ciudad portuaria permitiría al presidente ruso abrir un corredor entre la península de Crimea y las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, autoproclamadas repúblicas independientes.

El Parlamento ucraniano denunció el terrible bombardeo sobre el teatro que albergaba a más de mil refugiados: "Mientras intentaban sacar a los ciudadanos de entre los escombros, los agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania han sido atacados por el enemigo". Desde el cielo se podía apreciar que en el exterior del edificio estaba dibujada la palabra 'niños', una acción en vano para avisar a las fuerzas enemigas.

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