Nicolas Sarkozy

Sarkozy lleva su primera demanda de puesta en libertad al Tribunal de Apelación de París

A partir del lunes, el Tribunal va a examinar dicha demanda y en el caso de que lo apruebe, Sarkozy podría ser liberado de forma inmediata.

Imagen del expresidente francés, Nicolas Sarkozy

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El expresidente francés Nicolas Sarkozy llevó ante el Tribunal de Apelación de París su primera demanda de puesta en libertad. El lunes, ese Tribunal va a examinar dicha demanda veinte días después de su encarcelación en la prisión parisina de La Santé por la financiación libia de su campaña electoral en las presidenciales de 2007.

Está previsto que el Tribunal de Apelación examine, a partir de las 9:30 horas de la mañana, la solicitud de libertad presentada por los abogados de Sarkozy. Tras ese primer análisis, se espera que comparezca por videoconferencia y conozca la decisión el mismo día. Por tanto, si el Tribunal lo aprueba, eso significaría que Nicolas Sarkozy sería liberado de forma inmediata, según fuentes judiciales. No obstante, Sarkozy puede optar por no intervenir y que sus abogados defiendan sus intereses.

El que fue presidente de Francia entre 2007 y 2012 entró en prisión el pasado 25 de septiembre con 70 años. Nicolas Sarkozy fue condenado a 5 años de prisión por haber formado parte de una "asociación de malhechores" y por haber dejado que sus principales colaboradores negociaran con responsables del régimen de Muamar Gadafi para obtener dinero para la campaña de las elecciones presidenciales de 2007, las cuales ganó.

Su condena incluía una ejecución inmediata, sin esperar a la apelación, por la "excepcional gravedad" de los hechos. Además, el Tribunal impuso a Sarkozy una multa de 100.000 euros y la inhabilitación para ejercer sus derechos civiles, cívicos y de familia durante cinco años. Aparte de todo esto, le prohibieron ejercer cargos públicos durante el mismo periodo.

Sus abogados continúan manteniendo que la prisión preventiva solo es posible en el caso de que sea el único medio para proteger pruebas, prevenir presiones o colusión, evitar la fuga o reincidencia, o para proteger al acusado, algo que no aplica para su cliente, aseguran. En el caso de que Nicolas Sarkozy fuera puesto en libertad, estaría bajo supervisión judicial y, posiblemente, tendría que llevar una pulsera electrónica, como ya llevó entre febrero y mayo de 2024 por una condena firme de un año de cárcel por un caso de corrupción y tráfico de influencias.

Sarkozy, que desde el inicio ha mantenido que luchará hasta probar su inocencia en el caso de la financiación libia de su exitosa campaña de 2007, apeló su condena de cinco años de prisión y se espera que el nuevo juicio se celebre el próximo mes de marzo de 2026.

Pero cuatro meses antes, en concreto el 26 de noviembre, el expresidente conocerá la sentencia del Tribunal Supremo sobre otra condena de un año de prisión por una trama de falsas facturas para financiar de forma oculta actos electorales en la campaña para su reelección de 2012, para no superar los límites que impone la ley francesa y que finalmente duplicó. Posteriormente, esas elecciones presidenciales las ganó el socialista François Hollande.

En el caso de que el Tribunal de Apelación rechazase su demanda de puesta en libertad, sus abogados podrán presentar una nueva inmediatamente.

Desde que entró en prisión, Nicolas Sarkozy recibe la visita diaria de sus abogados de lunes a sábado y tiene derecho a dos encuentros a la semana con su familia. Por otro lado, su régimen carcelario es de aislamiento por motivos de seguridad y está acompañado por dos agentes.

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