Cientos de manifestantes que participaban en la protesta de este sábado en Moscú contra el Gobierno ruso han roto el cinturón de seguridad y marchan hacia la sede de la Presidencia rusa en la capital, ahora mismo acordonada por un fuerte dispositivo de seguridad.
De momento, al menos 162 personas han sido detenidas este sábado en toda Rusia en relación a esta nueva protesta, la cuarta en otras tantas semanas, donde miles de personas exigen al presidente del país, Vladimir Putin, que garantice unas elecciones municipales libres y ponga freno a la violencia ejercida por la Policía en las protestas anteriores. La información ha sido publicada por el medio de observación OVD-Info en su cuenta de Twitter.
Los organizadores anticipan que unas 100.000 personas acaben concentradas en los aledaños de la autopista del Cinturón de los Jardines que rodea la capital rusa, una zona fácil de vigilar por las autoridades, que en esta ocasión sí han permitido la manifestación.
Cientos de efectivos antidisturbios se han desplegado en la avenida Sajarov y han instalado puestos de cacheo y vigilancia a los asistentes, un variopinto grupo de adultos, jóvenes e incluso niños. Sin embargo, los organizadores tenían la intención de que la protesta rebasara los límites estipulados por las fuerzas de seguridad.
La oposición reclama un mayor aperturismo de cara a las elecciones locales de septiembre tras el veto de varias candidaturas. La cita está considerada un preámbulo de las elecciones parlamentarias que tendrán lugar en 2021, en un momento en el que los sondeos reflejan una aparente pérdida de apoyo al presidente, Vladimir Putin.