Disfraces

Los rumanos ahuyentan a los malos espíritus disfrazándose de oso

Es una de las tradiciones en el país. Para los ciudadanos rumanos, el oso es un símbolo de buena fortuna.

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En estas épocas son muchas las tradiciones de los diferentes países para atraer la buena fortuna. De cara al inicio de año, se realizan numerosas tradiciones para que las buenas noticias nos rodeen en el futuro. En Rumanía, su costumbre para ahuyentar los malos espíritus es de lo más curiosa. Decenas de ciudadanos del país se disfrazan de oso. Para ellos, el oso es un símbolo de buena fortuna.

Estos disfraces están hechos con piel real de oso y con unas cabezas muy realistas. Además, cada traje pesa nada más y nada menos que 45 kilos. Resulta que los osos han estado considerados a lo largo de muchos siglos como un animal sagrado en este país. Esta es una creencia que proviene desde hace mucho y que ahuyenta los malos espíritus.

Es por ello que, anteriormente, al llegar la Navidad, en muchas poblaciones rumanas se instalaba un circo ambulante en las que se podía ver a los osos bailando, acontecimiento que traía la buena suerte para el resto del año. Por esta tradición quedó muy arraigada la creencia de que aquellas personas que acudían y podían ver al oso bailando tendrían buena suerte para todo el año.

Así es la tradición

En estos días de celebraciones navideñas, niños y adultos recorren las calles y las casas bailando, a la espera de que les den el aguinaldo disfrazados de oso.

Muchas son las personas que, tras recibir la visita de estos llamativos osos, los invitan a entrar a sus casas para que bailen dentro. Tal y como apunta la creencia, de este modo ahuyentan a los posibles malos espíritus que pueden haber, trayéndoles así prosperidad y buena suerte para el Año Nuevo.

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