El relato de una niña superviviente de la matanza de Uvalde: "Cubrí mi cuerpo con la sangre de mi amiga"

Este miércoles, familiares y supervivientes de distintos tiroteos han debatido en el Congreso de Estados Unidos sobre la violencia por el uso de armas y han aportado impactantes testimonios. Se trata de un complejo debate en Estados Unidos debido, entre otros aspectos, por las diferencias de las propias víctimas de lo que consideran que se debe hacer para acabar con el problema.

Es ahora o nunca para una ley que restrinja el acceso a las armas en Estados Unidos y no se puede pedir de modo más impactante que una niña superviviente de la reciente matanza de Uvalde. Pero incluso esta sesión en el Congreso sirve para mostrar lo difícil de esta cuestión en el país porque hasta familiares de otras víctimas lo que piden son más armas.

Ni políticos ni expertos en el Congreso. El testimonio clave ha sido el de la superviviente de Uvalde Mia Cerrillo, de 11 años. "Disparó a mi amiga a mi lado el asesino y pensé que iba a continuar, así que cubrí con su sangre mi cuerpo para hacerme la muerta", relata.

Mia fue la primera niña entonces en llamar a la Policía, que ignoró la petición de auxilio. Cuando se le pregunta qué pediría ahora responde que "tener seguridad en el colegio". Otro testimonio sobrecogedor es el de Félix y Quimberly Rubio.

Diferencias entre las víctimas

Su hija de 10 años fue asesinada en Uvalde. "Pedimos que se eleve de 18 a 21 años la edad para comprar estas armas automáticas", aseguran. "En algún lugar, hay ahora alguna madre escuchando nuestro testimonio pensando "no puedo ni imaginar su dolor" sin saber que nuestra realidad será un día la suya, a menos que actuemos ahora", han asegurado también.

Prueba de lo complejo del debate es lo que testifica Lucrecia Hughs, cuyo hijo fue asesinado en 2016: "Solo animaría a los criminales a hacer más matanzas el evitar que podas comprarlas". En el Congreso se sigue sin acuerdo para pactar una ley de armas.

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