"No pude hacer nada, sólo intentar sobrevivir". Son palabras de Laurent Léger, testigo directo de la matanza. El periodista recuerda que al principio pensaron que era una broma y estaban tirando petardos.

La reunión de redacción estaba acabando. "Se abrió la puerta y un tipo entró gritando 'Allah akbar'", cuenta Leger. "Parecía de las unidades de élite de la Policía francesa, empuñaba un arma y empezó a disparar", prosigue.

Leger se ocultó debajo de una mesa para que el terrorista no le descubriera. El asaltante sólo preguntó por el editor de la revista. Luego comenzó a disparar de forma indiscriminada. "En unos segundos, todo el mundo yacía en el suelo", relata.

Leger escucha poco después: "Ya está, los hemos matado a todos" y se da cuenta de que el agresor no está solo. "El atacante le dijo a una periodista que no iba a matar a las mujeres, pero una de nuestras colegas yacía ya en el suelo, bajo la mesa de reuniones", recuerda.

Despué,s el silencio. Leger solo comienza a moverse cuando escucha detonaciones en el exterior. "Nos levantamos, había algunos supervivientes. Era la aberración, era irreal", explica. Sólo entonces se dieron cuenta de la magnitud de lo ocurrido.