Reino Unido

El recibimiento de Carlos III a Liz Truss en su primera audiencia: "Ay madre, ay madre"

El rey Carlos III ha mantenido un encuentro con la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, a quien ha recibido con un tono muy comentado en redes sociales.

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La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, ha mantenido un encuentro con el rey Carlos III que ha sido muy comentado en las redes sociales después de que él le dijera "¿Has vuelto otra vez? Oh, madre mía..." Esta expresión llega en un momento muy delicado para la primera ministra, con los índices de popularidad por los suelos y hundiendo a los conservadores en las encuestas por debajo del 20% en intención de voto de cara a las próximas elecciones.

Truss es la primera líder que sirve bajo el mandato del rey Carlos III desde la muerte de Isabel II, quien murió tan solo dos días después del nombramiento de la primera ministra. En su convulso inicio de mandato, Truss tuvo que afrontar esta complicada situación que ya ha marcado para siempre su figura. Sin embargo, se cree que eso es lo más relevante que puede llegar a ser, ante la avalancha de críticas que recibe dentro y fuera de su partido.

Planes fiscales a contrarreloj y contra la libra

La propuesta de Liz Truss de no poner impuestos a las rentas altas desató un auténtico cisma en Reino Unido, hundiendo a la libra esterlina en su nivel más bajo desde el año 1971. Truss tuvo que rectificar parte de su plan fiscal y finalmente, optó por no quitar los impuestos a los más ricos, en medio de una fuerte lluvia de críticas que lidera la oposición laborista, y cuyo líder, Keir Starmer, se posiciona como el gran favorito a sucederla.

La elección de Truss como primera ministra de Reino Unido ha terminado por hundir a los conservadores, dado que incluso Boris Johnson era mejor valorado por los británicos. Ahora, y a la espera de que se sepa cuáles serán los siguientes movimientos de la primera ministra, pende de un hilo, dado que un 39% de sus propios votantes le da la espalda y rechaza su gestión, la cual califica con un suspenso, frente a un 41% de los conservadores que sí la apoyan.

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