Espionaje

¿Quién 'hackeó' el teléfono de Pedro Sánchez? Un año después, las mismas incógnitas

La Audiencia Nacional no tiene respuestas sobre a qué países se vendió ese sistema espía.

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Un año después del escándalo de Pegasus, las principales incógnitas persisten. Las autoridades no han comunicado quién 'hackeó' el teléfono del presidente del Gobierno, ni cuál es la importancia del material que contenía ese teléfono. Además, tampoco se conoce en qué fase se encuentra la investigación judicial.

La información que se conoce hoy en día es prácticamente toda la que ya había hace un año. No hay respuesta con respecto al responsable ni en cuanto al contenido que se robó. Lo que quiere averiguar la Audiencia Nacional es a qué países se vendió ese sistema espía, pero no tiene respuestas, de manera que la investigación sigue sin apenas avances con respecto a hace justo un año cuando en Moncloa se intentó dejar claro que se trataba de una intrusión externa, sin confirmar si era de otro país ni de cuál.

El 'hackeo' coincidió en el tiempo con el peor momento de la crisis diplomática con Marruecos. Un informe del Parlamento Europeo apunta a esa posible autoría marroquí del espionaje, aunque Sánchez ha eludido los detalles cuando ha sido preguntado sobre el tema.

Activistas de derechos humanos, periodistas y abogados de todo el mundo fueron el blanco del malware Pegasus, vendido a gobiernos por una empresa de seguridad israelí que precisamente afirmaba que este software estaba destinado a utilizarse como herramienta contra delincuentes y terroristas y que tan solo estaría disponible para agencias militares y de inteligencia de países con buenos antecedentes en materia de derechos humanos.

'Hackeo' de móviles

La investigación que destapó el 'hackeo' masivo estuvo dirigida por la ONG Forbidden Stories, con sede en París, y el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional. Para la empresa israelí responsable de Pegasus, la investigación estaba en aquel momento "llena de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas", aunque comunicaba que continuaría "investigando todas las denuncias creíbles de uso indebido y tomará las medidas adecuadas".

Fueron medios internacionales como el Washington Post, The Guardian o Le Monde los que destaparon la información. Las personas espiadas resultaron ser políticos y jefes de estado, ejecutivos de empresas, activistas y varios miembros de la familia real árabe. Entre la lista, también se encontrarían más de 180 periodistas. La mayoría de los móviles espiados procedían de 10 países, que son: Hungría, India, Kazajstán, México, Marruecos, Azerbaiyán, Bahrein, Ruanda, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Pegasus negó las acusaciones

La empresa creadora del software Pegasus calificó de "endeble" la investigación por la que se les acusaba de haber 'hackeado' los teléfonos móviles de varios activistas políticos y personajes públicos de todo el mundo. En declaraciones a Efe, un portavoz de la empresa rechazaba de manera rotunda las acusaciones difundidas por el Washington Post. "Los editores decidieron seguir adelante con esta historia, incluso después de que quedó claro que sus fuentes no identificadas los habían engañado, probablemente intencionalmente", dijo la empresa.

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