Corrupción

Quién es Eva Kaili, la vicepresidenta del Parlamento Europeo detenida por supuesta corrupción con Qatar

Las autoridades belgas detuvieron a la vicepresidenta griega en una operación que investiga sobornos de Qatar.

Eva Kaili

Eva KailiGetty

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Durante la mañana del viernes, la Policía de Bélgica acometió una serie de registros y arrestos en relación con una investigación por una trama de corrupción de Qatar con vínculos en el Parlamento Europeo. Entre los detenidos se encuentra Eva Kaili, que ocupa una de las 14 vicepresidencias de la Eurocámara. Fue detenida por estar supuestamente implicada en la trama de corrupción.

Pier-Antonio Panzeri, exerurodipuado socialista, también fue detenido. Eva Kaili es una socialdemócrata griega que ejerce como eurodiputada desde 2022. Se está investigando una posible trama de sobornos de Qatar dentro del Parlamento Europeo. El diario 'Le Soir' informó que se ha encontrado más de medio millón de euros en metálico.

La principal hipótesis en la que trabajan las autoridades es la del blanqueo de la imagen delpaís del Golfo e influir en las decisiones políticas de la institución parlamentaria de la Unión Europea (UE) través de regalos y sobornos con dinero en metálico, sobre todo a los asistentes de los eurodiputados.

¿Quién es Eva Kaili?

Antes de ocupar una vicepresidencia en el Parlamento Europeo, la griega Eva Kaili fue diputada en el Parlamento de Grecia por el PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) entre 2007 y 2012. Desde 2014 es eurodiputada y en 2022 logró una de las 14 vicepresidencias de la Eurocámara.

Tiene encomendadas las relaciones con Oriente Medio en sustitución del presidente del Parlamento. Además, fue presentadora de televisión antes de comenzar con su andadura en la política.

Despojada de sus funciones

La presidencia del Parlamento Europeo anunció durante la noche del sábado que despojaba de sus funciones como vicepresidenta a Eva Kaili. "No se trata de un incidente aislado", señaló la ONG Transparencia Internacional. "Desde hace varias décadas, el Parlamento ha dejado que se desarrolle una cultura de la impunidad (...) y una ausencia total de control ético independiente.

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