Émile
Por qué la ropa de Émile, hallada a 150 metros donde se encontró su cuerpo, es clave para saber las causas de su muerte
El fiscal que lidera la investigación, Jean-Luc Blachon, asegura que hay "marcas de mordeduras" en el cráneo del menor, cita BFM DICI.
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Los especialistas implicados en analizar los restos óseos de Émile, el niño de 2 años que desapareció en el departamento francés de Alpes-de-Haute-Provence el pasado 8 de julio, están trabajando con todo tipo de hipótesis para determinar las causas de su muerte. El fiscal que lidera la investigación, Jean-Luc Blachon, reveló este martes que los huesos "por sí solos" no dan la posibilidad de dar respuesta al misterio.
Pese siguen surgiendo hipótesis de su fallecimiento, Blachon reveló que se hallaron "determinadas prendas" que llevó consigo el niño aquel día de verano en el que fue visto por última vez. Aparecieron a 150 metros de la zona donde el sábado pasado un excursionista halló sus restos óseos. El fiscal aclaró que su vestimenta estaba "dispersa" y cerca de un arroyo.
Marcas de mordeduras en el cráneo
Concretamente, se encontró una camiseta, un pantalón y los zapatos con los que vestía Émile. Tras haberse realizado los primeros análisis, Jean-Luc Blachon aseguró en una rueda de prensa que hay "pequeñas fracturas" y "grietas post-mortem" en los restos óseos, cita el medio francés BFM DICI. Añadió que hay marcas de "mordeduras" en el cráneo" que han podido ser causadas por "uno o más animales".
En un primer momento, se creía que era una desaparición fortuita aunque no cerraban ninguna línea de investigación. Más tarde pesaba la teoría del secuestro pese a que seguía sin aparecer el cuerpo. Ahora, su hallazgo el pasado sábado parece despejar todas las dudas aunque siguen estudiándose tanto las opciones del accidente como la intervención de un tercero.
¿Crimen o accidente?
Se baraja que el menor pudiera distanciarse de la casa de sus abuelos. Por otra parte, creen que alguien más ha podido entrar en juego. Así lo explicó la abogada Beatriz de Vicente esta semana en 'Espejo Público', donde dijo que en este caso se abrirían nuevamente "dos ramales": un homicidio imprudente o un homicidio doloso. En el primero alguien puede haber cometido un atropello o cualquier acto accidental y lo ha ocultado y en el segundo el homicida pretende acabar con la vida del individuo.
Entonces, ¿crimen o accidente?. Siguen las incógnitas ya que no hay evidencia de que haya ocurrido ni una ni otra cosa. Los jefes de investigación también se centran en el pasado oscuro del abuelo del menor, Philippe. Se trata de un viejo profesor que en el año 2018 fue acusado de violación de menores en una escuela estrictamente religiosa.
A finales del año 2016, un joven denunció unos incidentes que tuvieron lugar en 1993 dentro del centro 'Village d'enfantes du Riaumont', al norte del país. Contó que habían indicios de violación sexual y frecuentes abusos físicos. Dijo que ocurrieron en "una sala de castigo", cita 'La Razón'.
El hombre que se identificó a la policía como Jean L. culpó a Philippe como presunto autor de los abusos, pero señaló también a otro individuo de la misma escuela por los mismos hechos. Detenido por los agentes, el abuelo de Émile reconoció que había dado "bofetadas, patadas en el trasero y, a veces, puñetazos en la cara" a alumnos del centro. Sin embargo, se justificó asegurando que había realizado su actuación en base a métodos educativos que empleaba la institución y negó las la acusaciones de agresión sexual, algo que sí reconoció el segundo profesor.
Por eso cambió Philippe pasó a ser 'testigo de excepción', ya que no se consiguieron pruebas con las que se demostrase su culpabilidad.
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