Boda Japón

La princesa Mako de Japón se casa con el plebeyo Kei Komuro y renuncia a su título

Hoy, 26 de octubre, se ha celebrado la boda japonesa de Mako, la antigua princesa del país. Como consecuencia, la joven a renunciado a si título dentro de la familia real, puesto que se ha casado con un plebeyo.

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La princesa Mako, de Japón, ha celebrado este martes su matrimonio con Kei Komuro, un excompañero de clase de la universidad. Ha ocurrido tras tres años de retrasos y polémicas como consecuencia de una disputa financiera de la madre del novio. "El registro del matrimonio ha sido entregado en el ayuntamiento por un oficial de la Agencia sobre las 10.00 (01.00 GMT) de este martes".

El resultado de esta unión ha sido que la princesa Mako haya perdido su estatus real, según lo establece la estricta ley que rige la Casa Imperial nipona. Es por este motivo, que a partir de ahora, la joven pasa a llamarse Mako Komuro.

Esta situación ha desatado polémica entorno a la ley debido a que la legislación no afecta a los varones, que son los únicos que tienen derechos sucesorios al Trono del Crisantemo y que pueden casarse con plebeyas sin perder su estatus.

Boda de Mako de Japón

La ya exprincesa salió esta mañana de su palacio de residencia vestida con un clásico vestido de color azul claro y un collar de perlas. Fue despedida por sus padres, Fumihito y Kiko, y su hermana menor Kako. Ahora, está previsto que la pareja celebre una rueda de prensa en la que responderán por escrito algunas preguntas entregadas por anticipado.

La primera aparición pública de la sonriente pareja ocurrió en septiembre de 2017. Fue en ese momento en el que anunciaron con ilusión y cariño su futuro enlace después de haberse conocido años antes en la universidad. Pese a tener previsto celebrar su boda en noviembre de 2018, la pareja se vio forzada a posponerla hasta el año 2020.

Por qué se pospuso la boda de Mako de Japón

El motivo que dieron desde la familia real fue que “la pareja pudiera realizar los preparativos pertinentes”. Sin embargo, parece que el motivo real fue otro. Se trataba de una polémica entorno a la madre del novio, puesto que debía un total de 30.000 euros a su expareja. Ella afirmaba que habían sido un regalo; él, que de eso nada, que eran un préstamo que debía ser devuelto.

El escándalo, sumado a la ausencia de sangre azul en las venas del novio, acabó con la historia de amor y alentó amargas críticas por parte del sector más conservador de la sociedad nipona. Como consecuencia de la situación, Mako sufrió estrés postraumático y el joven decidió marcharse del país hasta que la situación se calmase.

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