La policía desaloja a los activistas climáticos que okupan un pueblo de Alemania

La policía sigue desalojando a los activistas alemanes que han okupado el pueblo de Lützerath. Los antidisturbios están expulsando progresivamente, uno a uno, a todos los okupas.

En el pueblo de Lützerath actualmente no vive nadie. Está vacío desde que la empresa energética RWE llegara a un acuerdo con el Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia por lo que se le dio la posibilidad de derruir el pueblo para la ampliación programada de la mina de lignito que hay muy próxima. A cambio del adiós del uso del carbón en el año 2030 en lugar de en 2038, tal y como estaba previsto.

Cientos de personas están acampadas para conseguir que se respete la zona.

Lignito altamente contaminante

Los activistas del medio ambiente se alojaron hace semanas en las viviendas abandonadas e hicieron cabañas improvisadas en el bosque. Ellos, hacen referencia a la expansión de la mina de carbón de Garzweiler y sus posibles impactos climatológicos a nivel mundial. Según los activistas habría un aumento notable de la emisión de gases de efecto invernadero. Para ellos, el lignito, que abunda en la mina a cielo abierto, es altamente contaminante.

Los activistas están defendiendo el pueblo de Lützerath subidos a postes, en los techos de los edificios o atrincherados en las casas que serán demolidas. Los policías intentan desalojarlos aunque aún quedan muchos desplegados por toda la zona.

Reacciones políticas

El ministro de Economía y Clima, Robert Habeck ha defendido estás medidas asegurando que "los verdes forman parte también del Gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia, como socios menores de coalición de la democristiana CDU, por lo que aceptar la ampliación de la mina supone un duro golpe a su reputación medioambiental".

La situación se abre paso después de que el tribunal administrativo de Münster confirmara el desalojo de Lützerath. El miércoles las personas lanzaron piedras y material pirotécnico contra los agentes. La policía alertó del desalojo por medio de la red social Twitter, tratando de que los activistas colaborasen "las personas deben abandonar el sitio sin más acciones policiales" .

Activistas medioambientales

Los activistas medioambientales no han parado en todas partes del mundo, tratando de implantar sus ideas con métodos muy reivindicativos. En Madrid, miles de personas paralizaron la circulación en plena M-30.

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