La Fiscalía alemana desmiente las detenciones relacionadas con el atentado de Berlín

La Fiscalía federal alemana desmintió a varios medios que haya detenciones en relación con el atentado el pasado lunes contra un mercadillo navideño en Berlín, en el que murieron doce personas y casi cincuenta resultaron heridas.

Previamente, la televisión pública regional WDR había informado de que la Policía alemana había detenido a cuatro personas tras dos registros de viviendas en Dortmund (oeste del país), mientras prosigue la búsqueda del tunecino de 24 años, Anis Amri, sospechoso del atentado de Berlín. Según la citada televisión pública de Renania del Norte-Westfalia, el estado federado al que pertenece Dortmund, Amri tuvo contactos con un destacado miembro del colectivo radical salafista de la región, en cuya vivienda había residido.

Por otra parte, esta mañana un centro de acogida de refugiados en la localidad de Emmerich, en la misma región que Dortmund y donde según los medios locales también había residido Amri, fue objeto de una redada. En los registros ha participado un centenar de agentes del cuerpo especial de la policía (SEK), que se había apostado cerca del albergue ya el miércoles.

En el marco de la orden de detención europea emitida por la Fiscalía federal, la policía danesa registro hoy un ferry que une las localidades de Grenaa, en Dinamarca, y Varberg, en Suecia, según informó la agencia danesa Ritzau. El barco salió con cinco horas de retraso después de que la policía danesa, alertada por una persona que indicó haber visto a un hombre igual al principal sospechosos del atentado, registrara en el puerto de Grenaa a todos los pasajeros y coches que se encontraban a bordo del ferry.

Amri, llegó a Alemania a mediados de 2015 y solicitó asilo, aunque se le había denegado, había residido en los últimos meses entre Renania del Norte-Westfalia y Berlín y se ha convertido en la persona más buscada en Alemania tras encontrarse documentación suya en la cabina del camión con que se cometió el atentado. El joven, vigilado por las autoridades de Berlín hasta el pasado septiembre e incluido en las bases de datos de las fuerzas antiterroristas, centra las sospechas de las fuerzas de seguridad después de que el martes quedara en libertad el único detenido tras el ataque, que fue reivindicado por el grupo yihadista Daesh.