Las explosivas declaraciones del príncipe Harry y Meghan Markle no han sentado bien entre los británicos. En el Reino Unido, muchos acusan ahora a la pareja de traición y de intentar humillar a la Casa Real británica.
En ella, Meghan Markle llegó a asegurar que se planteó el suicidio y dijo que hubo cierta preocupación entre la familia real británica sobre el color de pie de su primogénito.
Furia en la prensa británica
Y es que, la entrevista de los duques de Sussex ha enfurecido incluso a estrellas de la televisión como el presentador de 'ITV' Piers Morgan. "Esto es un maratón de basura de dos horas y media de nuestra monarquía y familia real. De todo por lo que la reina ha trabajado tan duro", decía en su matinal este lunes.
También los periódicos han llenado sus portadas, con titulares en los tabloides como 'Año Harrybilis', un juego de palabras que comparaba la entrevista de Harry y Meghan con el 'annus horribilis' del Palacio de Buckingham.
El terremoto en territorio británico ha sido tal, que Oprah Winfrey, la presentadora que entrevistó a la pareja, se ha visto obligada a aclarar que Harry no le dijo quién habló sobre el color de piel de su hijo. Es más, Winfrey ha aclarado que ni la reina ni el duque de Edimburgo hablaron sobre el tono de piel de Archie.
Sin embargo, también se han sucedido las personas que salían en defensa de Meghan Markle, como la tenista Serena Williams.
El Palacio de Buckingham y Boris Johnson guardan silencio
Entretanto, crece la presión para que se pronuncie la Casa Real británica, que de momento ha optado por guardar silencio. De hecho, hay rumores de que la reina Isabel II ha llamado a Carlos y Guillermo para decidir qué pasos dar.
Tampoco el primer ministro, Boris Johnson, ha querido comentar la entrevista de Harry y Meghan. "Lo mejor que puedo decir es que yo siempre he tenido la mejor admiración por la reina", ha dicho al ser preguntado en rueda de prensa.