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PODRÍA CONMUTARSE POR CADENA PERPETUA

Pena de muerte para la esposa de Bo Xilai por el asesinato de un empresario británico

La mujer del exdirigente del partido comunista chino admitió que envenenó con cianuro a Neil Heywood, explicando que lo hizo porque este había amenazado con matar a su hijo, a causa de un problema de negocios. La condena no se aplicará hasta dentro de dos años y si su comportamiento es adecuado, se conmutará por cadena perpetua.

Un tribunal chino ha condenado a pena de muerte con dos años de aplazamiento a Gu Kailai, esposa del ex dirigente del Partido Comunista Chino Bo Xilai por el asesinato del empresario británico Neil Heywood.

La sentencia implica que si durante los próximos dos años Gu no comete ninguna ofensa, lo más probable es que la pena de muerte sea conmutada por cadena perpetua. 

En una audiencia celebrada el pasado 9 de agosto, Gu admitió que envenenó con cianuro al empresario británico, explicando que lo hizo porque éste había amenazado con matar a su hijo, Bo Guagua, a causa de un problema de negocios.   

Además, Zhang Xiaojun, familiar y asistente de Bo que ha admitido que ayudó a Gu a matar a Heywood, ha sido condenado a nueve años de prisión.

"El caso ha acabado con la carrera política de Bo, que esperaba formar parte del Ejecutivo"

"Respetamos la decisión del tribunal", ha dicho He Zhengsheng, uno de los abogados de la familia Heywood, que se ha encargado de informar a la prensa internacional del veredicto, ya que las autoridades chinas solamente han permitido acceder a la sala a la prensa local.

Uno de los miembros del tribunal de la ciudad de Hefei que ha juzgado el caso se ha negado a confirmar la versión de los testigos, adelantando que en las próximas horas se celebrará una rueda de prensa para dar a conocer el resultado del juicio.

El caso ha acabado con la ascendente carrera política de Bo, ex gobernador de la ciudad de Chongqing (suroeste), que, hasta ahora, aspiraba a conseguir un puesto en el Comité Vigente del Politburó, el principal órgano ejecutivo del país, en un proceso de transición política que se celebra cada diez años.

Actualmente, Bo está siendo investigación por "romper la disciplina de partido", una acusación que aglutina cargos de corrupción y abuso de poder, entre otros delitos pendientes de resolución por parte de la cúpula del Partido Comunista, que podría ordenar que el ex gobernador pasara a disposición judicial. 

El caso se destapó el pasado mes de febrero, cuando el ex jefe de Policía de Chongqing Wang Lijun denunció los hechos en el consulado estadounidense, y se complicó cuando fuentes policiales revelaron que Bo trató de impedir que las autoridades locales investigaran a Gu.

Bo no ha comparecido en público desde el pasado mes de marzo, cuando realizó una férrea defensa de la inocencia de su mujer y de sus políticas en una rueda de prensa celebrada en el marco de la sesión anual del Parlamento.

La caída de Bo ha provocado una importante división en el Partido Comunista. El ala izquierda le ve como una figura carismática capaz de devolver al Partido Comunista el control sobre el crecimiento económica, mientras que el ala moderada le ve como un oportunista que pretende imponer sus políticas.

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