Iglesia

El papa Francisco permite la bendición de parejas homosexuales sin equipararlas al matrimonio

Los sacerdotes podrán bendecir una pareja del mismo sexo sin que este gesto incluya elementos ni remotamente similares a los de un rito matrimonial.

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Este lunes, el papa Francisco ha aprobado la 'Fiducia supplicans', un documento doctrinal que permite la bendición de parejas entre personas del mismo sexo, así como a otras "irregulares", siempre y cuando no tengan nada que ver con la ceremonia del matrimonio, tal y como informa el portal oficial del Vaticano, 'Vatican News'.

De esta manera, en la declaración se detalla que ante una pareja "irregular", los sacerdotes tendrán la posibilidad de bendecirla sin que este gesto incluya elementos ni remotamente similares a los de un rito matrimonial. En este sentido, el escrito profundiza en el sentido de las bendiciones y distingue entre las rituales y las litúrgicas. Así, clasifica las espontáneas como más propias de la devoción popular.

Benidiciones a parejas del mismo sexo sin relación con el matrimonio

En la segunda categoría se está barajando también la posibilidad de bendecir a aquellos que lo piden incluso aunque que no vivan según las normas de la doctrina moral cristiana. Por tanto, se incluye la opción de "de bendecir a parejas en situación irregular y a parejas del mismo sexo, sin validar oficialmente su estatus ni modificar en nada la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio".

En esta misma línea, la 'Fiducia supplicans' presenta la bendición en el sacramento del matrimonio declarando "inadmisibles los ritos y oraciones que puedan crear confusión entre lo que es constitutivo del matrimonio" y "lo que lo contradice", para evitar reconocer en modo alguno "como matrimonio algo que no lo es", e insiste en que solo se consideran lícitas las relaciones sexuales dentro del matrimonio entre un hombre y una mujer.

En un segundo capítulo, la declaración analiza el significado de los tipos de bendiciones que se realizan sobre personas, objetos de devoción y lugares de la vida. Recuerda que, "desde un punto de vista estrictamente litúrgico", para bendecir es necesario que el receptor "sea conforme a la voluntad de Dios expresada en las enseñanzas de la Iglesia".

La bendición no exige la "perfección moral previa"

Aun así, añade que la persona que solicita una bendición "se muestra necesitada de la presencia salvadora de Dios en su historia", por lo que se debe responder a esa petición "fuera de un marco litúrgico", cuando se encuentra "en un ámbito de mayor espontaneidad y libertad". Es decir, el documento indica que "las bendiciones deben valorarse como actos de devoción" y especifica que, para conferirlas, no se requiere exigir una "perfección moral previa".

Además, señala que, aunque está prohibido llevar a cabo "procedimientos o ritos" para estos casos, el sacerdote en cuestión puede unirse a la oración de aquellos que, "aunque estén en una unión que en modo alguno puede parangonarse al matrimonio, desean encomendarse al Señor y a su misericordia, invocar su ayuda".

Por último, también se aclara que, para no caer en confusiones, cuando una pareja del mismo sexo solicite la bendición, esta nunca podrá ser conferida "al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos". Aun así, matiza que la bendición "puede encontrar su lugar en otros contextos, como la visita a un santuario, el encuentro con un sacerdote, la oración recitada en un grupo o durante una peregrinación".

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