Papa Francisco

El Papa Francisco descarta renunciar: "Podría morirme mañana, pero mi salud está bajo control"

El Papa Francisco ha dado su primera entrevista tras la muerte de Benedicto. En ella ha asegurado que no ha considerado emitir normas que regulen futuras renuncias papales y planea continuar todo el tiempo que pueda al frente del Vaticano.

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En su primera entrevista desde la muerte del Papa Benedicto XVI, Francisco ha hablado de su salud, de sus críticos y de la siguiente fase de su pontificado. "Estoy bien de salud. Para mi edad, estoy normal", dijo el pontífice de 86 años, aunque reveló que su diverticulosis, o protuberancias en la pared intestinal, había "regresado". "Podría morirme mañana, pero está bajo control", dijo, usando su informal sentido del humor.

Las críticas al Papa Francisco

Las especulaciones sobre la salud de Francisco y el futuro de su pontificado solo han aumentado tras la muerte de Benedicto, cuya renuncia en 2013 marcó un punto de inflexión para la Iglesia Católica como el primer pontífice en 600 años en retirarse.

Algunos comentaristas creen que Francisco puede tener más libertad de maniobra ahora que Benedicto ya no está. Otros sugieren que, sin la sombra de su predecesor, ahora el papa está más expuesto que nunca a las críticas. “No las asociaría (las críticas) con Benedicto, sino por el desgaste de un gobierno de diez años”, dijo Francisco sobre su papado. Reconoció que al principio, su elección fue recibida con una sensación de “sorpresa” por ser un Papa sudamericano y que luego vino el malestar, “cuando empezaron a ver los defectos que tengo, hay algunos a los que no les gusta”.

"Lo único que pido es que me traigan las críticas de frente, porque así crecemos todos”

Papa Francisco

"Lo único que pido es que me traigan las críticas de frente, porque así crecemos todos", ha asegurado en esta entrevista. "Son como un sarpullido, eso te molesta un poco", dijo, pero agregó que la noción de crítica existente era buena porque eso significaba que había libertad de expresión.

El Papa Francisco sobre Benedicto XVI

Francisco también quiso dedicar unas palabras a Benedicto, al que elogió como un "caballero" y sobre su muerte dijo: "Perdí a un padre" y añadió: “Para mí, él era una seguridad. En caso de duda, pediría el coche e iría al monasterio a preguntarle, perdí a un buen compañero”.

"Perdí a un padre"

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También ha hablado sobre las críticas que ha recibido por parte del secretario de Benedicto XVI, el arzobispo Georg Gaenswein, que reveló la mala sangre que se había acumulado durante los últimos 10 años en "Nada más que la verdad: mi vida al lado del Papa Benedicto XVI". En una de los capítulos más explosivos, Gaenswein reveló que Benedicto se enteró al leer el diario del Vaticano L'Osservatore Romano que Francisco había revertido una de las decisiones litúrgicas más importantes de Benedicto XVI y había vuelto a imponer restricciones a la celebración de la Misa en latín antiguo.

Unos días después, el Vaticano se vio nuevamente sacudido por la muerte de otro incondicional conservador, el cardenal George Pell, y las revelaciones de que Pell había sido el autor de un memorando devastador que circuló el año pasado que calificó el pontificado de Francisco como un "desastre" y una " catástrofe." Francisco reconoció las críticas de Pell, pero sin embargo elogió haber sido su "mano derecha" en la reforma de las finanzas del Vaticano como su primer ministro de Economía. “Aunque digan que al final me criticó. Bueno, tenía derecho a la crítica. El derecho a la crítica es un derecho humano”.

"Ser homosexual no es un delito"

Durante su entrevista con AP, Francisco también fue preguntado por la comunidad LGBTQ: "Ser homosexual no es un delito", dijo. El Papa Francisco ha criticado las leyes que criminalizan la homosexualidad como "injustas" y dijo que Dios ama a todos sus hijos, tal y como son.

El Papa reconoció que los obispos católicos en algunas partes del mundo todavía apoyan leyes que criminalizaban la homosexualidad, pero atribuyó las actitudes a los antecedentes culturales y dijo que los obispos en particular necesitaban pasar por un proceso de cambio para reconocer la dignidad de todos.

Aunque los comentarios del Papa llamaron a poner fin a la criminalización de la homosexualidad, el Vaticano todavía considera "el acto de la homosexualidad" un pecado.

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