Invasión rusa de Ucrania

La OTAN descarta que Rusia emplee armas nucleares en Ucrania, pero teme que sí use armas biológicas y químicas

Desde la OTAN, parece estar muy claro que Rusia no hará un ataque nuclear en Ucrania. Sin embargo, temen que Vladímir Putin utilice armas biológicas y químicas para disuadir a los civiles.

Imagen de dos máscaras de gas.

Imagen de dos máscaras de gas.Pixabay

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Podía parecer una locura que hace tan solo un año se temiera que Ucrania se convirtiera en una nueva Siria. No obstante, se teme que puede ocurrir. Al menos, eso es lo que explica la OTAN, pues cree que Rusia no atacará suelo ucraniano con armas nucleares, pero sí que lo hará con armas biológicas y químicas, estas últimas empleadas también por los rusos en Siria.

El fantasma de las armas biológicas lleva presente desde el inicio de la pandemia mundial de coronavirus, cuando quedó comprobado que, una guerra de este tipo, sería mucho más eficaz que una nuclear, teoría que fue llevada a cabo por muchos dirigentes políticos, y muy especialmente por quienes acusaban a China de haber fabricado la COVID-19 en un laboratorio de Wuhan.

Un ataque nuclear, que ahora mismo se convierte en el mayor temor desde principios de la década de los 60, tendría numerosas consecuencias, puesto que sembraría caos y destrucción. Pero, ¿qué implicaría el uso de armas biológicas y químicas en la guerra de Ucrania? Explicamos a continuación estos temores que se hacen cada vez más frecuentes entre la comunidad internacional.

Una guerra 'a escondidas'

Si Rusia decide llevar a cabo una guerra biológica, tendría que emplear todos los medios a su alcance para poder causar un conflicto devastador, empleando toxinas, virus o agentes nerviosos. Esa clase de armas biológicas permanecen habitualmente guardadas en una cámara de bioseguridad, que suelen ser consideradas las 'cajas fuertes' de los laboratorios.

El temor a que esta clase de guerra tenga lugar es inmenso, no solo por el hecho de que Putin pueda emplearlas. También porque, si ya la OMS ha avisado este mismo viernes de que la pandemia de COVID-19 "está lejos de acabar", una nueva epidemia, endemia o incluso pandemia complicaría muchísimo más la situación y metería a Europa en un lío muy grande.

El otro miedo de la OTAN es que Rusia pueda emplear armas químicas, una práctica que ya utilizó hace años en el transcurso de la guerra civil en Siria, y que fue denunciada por todos los organismos internacionales. Y es precisamente el retroceso de Putin en sus planes lo que hace temer que esos ataques se recrudezcan con más intensidad, llegando al punto de utilizar esta clase de armas.

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