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Salud

La OMS actualiza sus recomendaciones sobre actividad física y aconseja 300 minutos de actividad a la semana

Las estadísticas de la OMS muestran que uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no realizan suficiente actividad física.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus recomendaciones sobre la actividad física en el mundo y aconseja a los adultos que dediquen entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a vigorosa cada semana, incluidos quienes tienen alguna enfermedad crónica o discapacidad, y a los niños y a los adolescentes que lo hagan una media de 60 minutos al día. Así lo recoge la OMS en sus nuevas directrices sobre actividad física y comportamiento sedentario, lanzadas este jueves en un momento en que muchas personas están confinadas en sus hogares o en sus territorios por la pandemia del coronavirus.

Las nuevas pautas indican que todas las personas, de todas las edades y capacidades, pueden ser físicamente activos. "Cada movimiento cuenta para una mejor salud", apunta, al tiempo que señala que "se podrían evitar hasta cinco millones de muertes al año si la población mundial fuera más activa".

Hasta ahora, esta agencia de la ONU aconsejaba a los niños de 5 a 17 años que dediquen al menos 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa y a las personas de más de 18 años que realicen 150 minutos semanales de actividades físicas moderadas aeróbicas, algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos cada semana, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. Ahora, esas pautas han cambiado.

Para los menores de edad, se mantienen los 60 minutos diarios, independientemente de la intensidad del ejercicio físico, y para los adultos recomienda de 150 a 300 minutos a la semana.

Las estadísticas de la OMS muestran que uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no realizan suficiente actividad física. En el ámbito mundial, se calcula que esto cuesta 54.000 millones de dólares (45.600 millones de euros) en atención sanitaria directa y otros 14.000 millones de dólares (11.800 millones de euros) en pérdida de productividad.