Guerra Rusia Ucrania

Natasha Ivzhenko, refugiada ucraniana en España: "Hace dos meses que no veo a mi marido"

Natasha Ivzhenko, refugiada ucraniana en Zaragoza, recorrió 3.600 km para llegar a España. Ahora rehace su vida en Zaragoza con sus dos hijos, lejos de su país, sus padres y su marido

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Natasha Ivzhenko, refugiada ucraniana en España recorrió en el mes de marzo 3.600 kilómetros en coche con sus dos hijos huyendo de la guerra. Llegó a Zaragoza, donde ha sido recibida por unos amigos con los brazos abiertos. Millones de personas siguieron su periplo a nuestro país, donde fue entrevistada en las noticias de la mañana varias veces mientras ella, en directo, realizaba su recorrido en coche hacia la Península.

Esta es una de las historias que nos han conmovido tras 100 días desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania en 2022. Logró llegar a España para rehacer una vida rota. "Lo dejé todo. Hace 100 días que no veo a mis padres, a mis hermanos y a mi marido. Es difícil", dice Natasha en las Noticias de la Mañana

Los hijos de Natasha intentan adaptarse a la nueva realidad que les ha tocado vivir de la mejor manera posible. Natasha comenta que la principal dificultad que están teniendo sus hijos es el idioma. No pueden comunicarse con el resto de chicos porque no saben español. Ella ha conseguido un trabajo, y solo pasa unas horas con ellos por la tarde por lo que "se complica mucho el poder darles clases de español". Además, Natasha ha asegurado que muchas de las cosas que suceden en Ucrania se las reserva, las guarda y no se las muestra a sus hijos para no traumatizarlos. "Yo no lo enseño a mis hijos, debo ser fuerte pero es una conexión inexplicable que tienes con tu patria". A pesar de que ella quiere volver ya y estar junto a su marido, él le repite constantemente que aguante un poco más, que por sus hijos "tiene que aguantar más".

Al menos asegura que las comunicaciones con su familia y seres queridos que residen en Ucrania "se mantienen intactas". "Todos tienen Internet y nos llamamos cada mañana y cada tarde. Se que están bien, están vivos, pero bajo las sirenas constantes".

Su cuerpo en España, su corazón y alma en Ucrania

Natasha habla sobre el pasar del tiempo y cómo ella se encuentra físicamente en España, pero todos sus pensamientos están en su país en guerra y todos sus seres queridos que viven con miedo cada día. "Es muy difícil. Vives en 2 mundos, una mitad tuya está en Ucrania, tu corazón, tu alma, todos tus pensamientos están ahí. Para nosotros seguimos en febrero, pero aquí es otra vida. Donde te tienes que mover, tienes que cobrar, tienes que seguir, tienes que luchar por tus hijos", concluía.

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