Al menos tres personas han muerto y otras 40 han resultado heridas en el velatorio que ha congregado a decenas de miles de personas en la catedral cairota de Abasiya para despedir al papa copto Shenuda III, fallecido este sábado. Según han informado fuentes de seguridad, las víctimas han resultado asfixiadas por la enorme aglomeración de fieles registrada en torno a la catedral.
El fervor de los cristianos egipcios y el testimonial despliegue de las fuerzas de Seguridad han permitido que se forme una marea humana, de la que continuamente salen en volandas personas que se han desmayado o que presentan síntomas de asfixia.
Tan solo un grupo de voluntarios intenta organizar la riada de fieles, que se aprietan en la explanada amurallada que rodea el templo, con un alto riesgo de avalancha, y apenas pueden moverse en el interior de la catedral.
El cadáver del Papa, muerto a los 88 años tras dirigir durante cuarenta años los destinos de la Iglesia copta, es exhibido en el interior del templo, tocado con su típica corona, vestido con una túnica con adornos dorados y sentado en la silla de San Marcos, quien difundió el cristianismo en Egipto.