Actriz

Muere a los 79 años Loni Anderson, rostro icónico de la televisión estadounidense

La actriz, recordada por su papel como Jennifer Marlowe en 'Radio Cincinnati', muere tras una larga enfermedad en Los Ángeles.

Loni Anderson

Loni AndersonEuropa Press

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Loni Anderson, actriz que se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de la televisión estadounidense en las décadas de los setenta y ochenta, ha fallecido a los 79 años. La intérprete murió este domingo 3 de agosto en un hospital de Los Ángeles a consecuencia de "una grave y prolongada enfermedad", según confirmó su publicista, Cheryl J. Kagan.

La familia de Anderson ha compartido un comunicado recogido por Variety en el que agradece el cariño recibido: "Nos entristece profundamente anunciar el fallecimiento de nuestra querida esposa, madre y abuela".

Una carrera marcada por la televisión y el éxito de 'Radio Cincinnati'

Aunque participó en múltiples títulos de cine y televisión, su papel más célebre fue el de Jennifer Marlowe, la recepcionista rubia e inteligente de la comedia WKRP in Cincinnati (Radio Cincinnati), emitida en CBS entre 1978 y 1982. La serie, ambientada en una emisora de radio en decadencia, le permitió a Anderson recibir dos nominaciones a los Emmy y tres a los Globos de Oro.

La actriz rechazó inicialmente el personaje por considerarlo superficial: "Pensé que estaba ahí solo para transmitir mensajes y era pura fachada". Sin embargo, tras hablar con el creador, Hugh Wilson, decidió darle forma a su manera. "Hagamos que se parezca a Lana Turner y sea la más inteligente", propuso.

Apariciones, películas y una vida mediática

Anderson participó en varias producciones populares, como Vacaciones en el mar, Melrose Place o Sabrina, cosas de brujas. También interpretó a Teri Carson en Melrose Place (1996), y protagonizó junto a Burt Reynolds, con quien se casó en 1988 y se divorció en 1993, la película As de plumas (1983).

Entre sus trabajos más destacados figuran Nevada Smith (1966), La historia de Jayne Mansfield (1980), y Un tipo solitario (1984), en la que se interpretó a sí misma. En 1998, también tuvo un papel en la comedia Movida en el Roxbury.

El personaje que la lanzó al estrellato también la encasilló durante años. A pesar del éxito, Anderson convivió con el peso del estereotipo, lo que marcó gran parte de su carrera posterior. Su trabajo, sin embargo, dejó una huella en la cultura popular estadounidense.

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